Céspedes, algo más que decisión
A Carlos Manuel de Céspedes suelen llamarle, por su impronta en nuestra primera guerra independentista, el Hombre de la decisión. No dudó en iniciar la contienda, en su ingenio Demajagua, el 10 de octubre de 1868, cuando algunos vacilaban y proponían aplazamientos que, de haberse concretado, hubieran sido un suicidio para la causa libertadora.
Pero no podemos reducir al abogado bayamés solo a la condición de iniciador de la contienda, de haber sido el «primero en obrar».