Marcha del pueblo cubano por el honor y la dignidad de la Patria.
Cuba, el caimán verde e irreductible tembló al sentir las pisadas
de la Generación del Centenario, con Raúl Castro a la cabeza, marchando
firmemente, como había prometido, con el pie en el estribo. A su lado, el
joven, que llevaba escrito en el pecho el compromiso de no fracasar
la Revolución. Son estos jóvenes los que vieron a sus hijos comprometerse con sus
Patria durante la Crisis de Octubre; la de sus internacionalistas, su
científicos, sus deportistas, sus médicos y sus trabajadores, sus