Ago
13
2020
Conocerlo fue un privilegio; acompañarle en varias tareas por algunos años, todo un reto; aprender de sus enseñanzas, un permanente desafío.
Fidel era un huracán de ideas. No dejaba un minuto de analizar, escudriñar, proponer, preguntar, contrapuntear. De cada idea le nacían ideas nuevas; de cada problema, variantes de soluciones.