Oct
06
2021
La mayor pasión de Marta: la Revolución.
La tarde en el periódico fue inédita. Todo Granma sabía que las cenizas de Marta Rojas regresarían a la que fuera su casa mayor, ese sitio donde, con la avidez de su pluma, creció a partir de sí misma; ese templo que defendió siempre con su firma, porque mucho antes se había declarado fiel a Fidel, el hombre que atacó el Moncada para hacer de Cuba un país con decoro.
Impacta el silencio del recibidor, solo interrumpido por algún que otro paso, o la emoción que despierta verla tan hermosa en su retrato, sonriéndonos a todos, como solía hacer.
