En el combate, la fuerza del pueblo.
Seis décadas de desvelos y entrega, de actuar callado en el latir del compromiso de una tropa humilde, porque humildes son su estirpe y su esencia, las mismas que definen a este pueblo.
Ya lo había dicho Fidel: «El papel del combatiente del Ministerio del Interior es uno de los papeles más honrosos y más dignos que pueda tener un revolucionario en este proceso».

