Señora Coordinadora:
Con el objetivo de contribuir de manera practica a este debate, la delegación cubana ha identificado varios retos y desafío actuales para el Derecho Internacional Humanitario (DIH) que consideramos particularmente relevantes en el contexto de la protección de la infraestructura civil.
Para cada uno de los retos identificados, hacemos recomendaciones prácticas, que esperamos puedan quedar reflejadas en el documento final de la Conferencia de Alto Nivel prevista para 2026, como parte de la Iniciativa Global para apoyar el DIH.
- Reto: En los conflictos modernos son cada vez más flagrantes las violaciones de los principios de Distinción, Proporcionalidad y Precaución recogidos en los Convenios de Ginebra.
Recomendación: Reafirmar la importancia de cumplir estrictamente con los principios de Distinción, Proporcionalidad y Precaución. Enfatizar que estos principios son complementarios, y para que una operación militar sea lícita, los tres deben ser respetados.
Recomendación: Enfatizar la obligación de respetar y proteger, en todas las circunstancias, las instalaciones sanitarias, el personal de salud y los medios de transporte con finalidad sanitaria, los servicios indispensables para la supervivencia o la subsistencia de la población civil, como instalaciones para el abastecimiento de comida y agua potable, y obras que contienen fuerzas peligrosas, por ejemplo, presas y plantas nucleares.
- Reto: Existen ambigüedades en las normativas vigentes del DIH. Varios elementos requieren mayor precisión para garantizar la aplicación práctica efectiva del DIH. Por ejemplo, en lo que se refiere a la infraestructura de doble uso, faltan criterios claros sobre cuándo un bien civil se convierte en objetivo militar, lo que puede generar interpretaciones ambiguas.
Recomendación: Identificar las disposiciones del DIH que requieren mayores precisiones y criterios mejor definidos, con vistas a trabajar en precisiones y criterios acordados por consenso.
- Reto: Insuficiente medidas nacionales para garantizar la protección de la infraestructura civil en conflictos armados.
Recomendación: Fortalecimiento por los Estados de su legislación y normativas nacionales, para alinearlas con las disposiciones del DIH e incorporar disposiciones específicas sobre la protección de infraestructuras esenciales.
Cuba ha integrado los principios del DIH en su legislación. En la Constitución de la República aparecen recogidos principios y normas relativos al Derecho Internacional Humanitario.
Recientemente fue aprobado un nuevo Código Penal, al cual se incorporaron los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario, con el propósito de que las transgresiones previstas en el mismo sean reconocidas como figuras delictivas.
- Reto: Insuficiente capacitación de las fuerzas armadas y actores relevantes en la aplicación del DIH.
Recomendación: Realizar campañas de educación y sensibilización sobre la importancia de proteger bienes civiles.
La Cruz Roja Cubana, a través de sus estructuras nacionales, provinciales y municipales, imparte diversos cursos relacionados con el DIH, contando con diversas cátedras de esta materia en el país.
La Unión Nacional de Juristas de Cuba realiza anualmente eventos provinciales y nacionales sobre la temática, así como el encuentro Internacional Escuela de Verano de La Habana sobre Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Humanitario.
Se ha incorporado el estudio del Derecho Internacional Humanitario en los programas de instrucción militar, a fin de darlo a conocer entre las fuerzas armadas.
La Orden No. 150 del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias establece la impartición del Derecho de la Guerra a todas las categorías de personal que participa en la Defensa Nacional.
Desde 2016 se realizan Seminarios Internacionales en Cuba sobre la aplicación y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario, con la participación de oficiales y funcionarios de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia.
- Reto: Cada vez más, los combates tienen lugar en ciudades. A medida que el mundo continúa urbanizándose, también se urbanizan los conflictos, por lo que la guerra en las ciudades y sus consecuencias para la vida, las infraestructuras y los servicios civiles plantean una seria preocupación. Los contextos urbanos se caracterizan por la coexistencia de civiles y combatientes, la proximidad de bienes de carácter civil y objetivos militares, y por una compleja red de infraestructuras urbanas interconectadas, que se usan, al mismo tiempo, con propósitos civiles y militares. Por ejemplo, una central eléctrica puede suministrar electricidad tanto a un cuartel militar como al resto de la ciudad.
Muchas partes en conflicto no han adaptado la elección de armamentos a las vulnerabilidades específicas de las personas e infraestructura civil en los entornos urbanos.
El uso de armas explosivas en zonas pobladas destroza infraestructuras civiles vitales como hospitales, escuelas y sistemas de energía y agua, lo que agrava aún más la situación de la población civil al afectar la prestación de servicios esenciales. Además, los combates en centros urbanos llevan a desplazamientos generalizados.
Recomendación: Promover la prohibición del uso de armas explosivas de gran alcance en zonas pobladas.
- Reto: Los nuevos medios de guerra y la forma en la que se los utiliza entrañan nuevos y graves desafíos y riesgos para la implementación del DIH.
Muchos Estados están haciendo grandes inversiones en el desarrollo de nuevos medios de guerra, incluyendo herramientas cibernéticas y sistemas de armas cada vez más autónomos, entre otros.
Las operaciones cibernéticas: Implican una amenaza y nuevos desafíos, por los graves daños que pueden causar a la población civil contra la infraestructura civil crítica, incluidas las instalaciones eléctricas, de suministro de agua y de gestión de residuos.
Es muy difícil atribuir la responsabilidad de este tipo de ataque. La percepción de que es fácil negar la responsabilidad, podría hacer que cada vez más actores de todo tipo tuvieran menos escrúpulos en emplear estos ataques violando el DIH.
Recomendación: Iniciar discusiones en la Asamblea General de la ONU con vistas a establecer un marco regulatorio eficaz que prohíba el uso de las herramientas cibernéticas para fines no pacíficos.
Las Armas Autónomas: Los sistemas de armas autónomos son claramente distinguibles de otros sistemas de armas, en los que el usuario elige el momento, el lugar y el objetivo del ataque en el punto de lanzamiento o activación.
El propio sistema se activa e inicia un ataque en respuesta a su entorno, sobre la base de un perfil de objetivo generalizado. Como resultado de la autonomía en las funciones críticas de los sistemas de armas autónomos, se pierde el control humano sobre el uso de la fuerza.
En opinión de Cuba, los sistemas de armas autónomos son incompatibles con los principios de distinción, proporcionalidad y precaución establecidos en el DIH.
La aceptación de las armas autónomas sin regulación ni prohibición alguna, implicaría aceptar la deshumanización sin límites de los conflictos armados. Las máquinas no pueden sustituir al ser humano en las decisiones más importantes de la guerra.
Recomendación: Adoptar un instrumento internacional jurídicamente vinculante que prohíba la fabricación, posesión y el empleo de las armas totalmente autónomas y que establezca regulaciones específicas para el uso de las semiautónomas. Ese instrumento podría ser un Protocolo Adicional a la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales o una Convención o Tratado separado, negociado y acordado en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
- Reto: Lograr que las partes en conflicto dialoguen sobre las responsabilidades que les impone el DIH es cada vez más complicado. Una de las razones es la proliferación de nuevos actores que participan en los conflictos, a los que es cada vez más difícil atribuir responsabilidades por las violaciones de las normas y aplicar medidas correctivas.
Aumenta rápidamente el número de empresas militares privadas que se involucran en conflictos y realizan operaciones que violan el Derecho Internacional Humanitario. Algunos Estados utilizan estas empresas para eludir su responsabilidad con respecto al DIH y operar sin rendir cuentas.
Es una necesidad urgente regular estas empresas militares, que no pueden seguir operando con impunidad y sin rendir cuentas. Hay que avanzar más allá de directrices y buenas prácticas voluntarias. Los marcos normativos no vinculantes existentes, como el Documento de Montreux, son totalmente insuficientes.
Recomendación: Concluir las negociaciones y adoptar a la brevedad posible un instrumento internacional jurídicamente vinculante robusto para la regulación, monitoreo y supervisión de las actividades de las empresas militares y de seguridad privadas. Ese nuevo instrumento permitirá fortalecer el Derecho Internacional vigente, incluido el Derecho Internacional Humanitario.