Interviene el Embajador Rodolfo Benítez Verson, Representante Permanente de Cuba, en debate sobre el proceso de reforma de la Organización Mundial del Comercio, punto 4.1 de la agenda del Consejo General.

Señor Presidente:

Señora Directora General:

Son múltiples los desafíos a los que se enfrenta la OMC. La mayoría de los mandatos emanados de las Conferencias Ministeriales continúan sin cumplirse. Ello ha tenido un impacto negativo en la credibilidad de la Organización. Indiscutiblemente se requieren reformas profundas.

Mucho trabajo nos queda por delante. Lamentablemente no apreciamos voluntad política por parte de algunos actores para avanzar. Otros atacan abiertamente el multilateralismo y se aferran al nacionalismo extremo y al proteccionismo que son contrarios a las normas de esta Organización.

Las reformas tendrán que realizarse en un contexto internacional complejo, marcado por un injusto orden económico internacional que perpetúa las desigualdades y por un alto y sumamente dañino nivel de incertidumbre en el comercio mundial. Los países en desarrollo sufren de manera desproporcionada las peores consecuencias de la guerra comercial y arancelaria a nivel global promovida por los Estados Unidos.

Cuba defiende un sistema multilateral de comercio justo, equitativo, transparente y no discriminatorio, sin barreras artificiales al comercio.

La reforma de la OMC deberá contribuir a ese objetivo. Deberá colocar el desarrollo en el centro de los debates, como pilar principal. Para ello es fundamental la defensa del Trato Especial y Diferenciado, que es un derecho legítimo no negociable.

Igualmente, la Reforma deberá fortalecer el respeto a los principios de la OMC. Tendrá que contribuir al cumplimiento de las cuestiones pendientes en el sector de la Agricultura, que continúan distorsionando el comercio, sobre todo de los países en desarrollo.

Es necesario incrementar la inclusividad y participación efectiva de todos los Estados miembros, y fortalecer la práctica de la toma de decisiones por consenso, tal como se estableció en el Acuerdo de Marrakech.

Aprovechamos para resaltar que no favorecemos la adopción de nuevas exigencias en materia de transparencia, ni requisitos de notificación, que generen cargas adicionales innecesarias para nuestros países y que tratan de imponernos aquellos que tampoco han sido suficientemente transparentes en todos los procesos de la Organización.

Como resultado de la reforma se deberá restablecer el Órgano de Apelación, como condición imprescindible para fortalecer el sistema de la OMC.

Cuando existan iniciativas conjuntas, plurilaterales, éstas no deberán implicar obligaciones para el resto de los miembros hasta tanto no se logre el consenso

Tendremos que fortalecer los mecanismos para abolir definitivamente las medidas coercitivas unilaterales. Cuba es una economía pequeña y vulnerable, no sólo por su escasa participación en el comercio global y su condición de Pequeño Estado Insular en Desarrollo, sino también debido a las graves consecuencias generadas por el ilegal y criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos por más de seis décadas, recrudecido a niveles sin precedentes en los últimos años.

El bloqueo viola los principios y las normas del sistema multilateral del comercio, y constituye el mayor obstáculo al normal desarrollo de las legítimas relaciones comerciales de Cuba con el resto del mundo.

Cuba, miembro fundador de la OMC, seguirá abogando en el contexto de la reforma por un sistema multilateral de comercio que contribuya a reducir las asimetrías existentes, impida las medidas coercitivas unilaterales y promueva el desarrollo sostenible y la prosperidad colectiva, sin exclusiones.

Muchas gracias.