La revocación por el 47º presidente de los EE.UU. Donald J Trump, de la eliminación por su predecesor Joe Biden hace 6 días de nuestro país hermano de la lista espuria de estados patrocinadores del terrorismo, es otro claro ejemplo (si se necesitaba alguno), que la política de la administración de los Estados Unidos de América hacia Cuba, es irracional, brutal, cruel y carente de toda lógica, excepto para cumplir con el memorando 499 de 1960 del 34º presidente Dwight Eisenhower, que dice en parte: «el único medio previsible de alienar el apoyo interno (del gobierno revolucionario cubano) es a través del desencanto y la desafección basada en la insatisfacción económica y las dificultades».
De qué otra manera puede cualquier persona sensata racionalizar una política de más de 6 décadas que 13 administraciones sucesivas de EE.UU., utilizando todas las tácticas nefastas, diabólicas y desestabilizadoras de su arsenal, incluyendo una invasión mercenaria en 1961 en la Bahía de Cochinos que fue derrotado por el heroico pueblo cubano en menos de 72 horas, para tratar de hacer retroceder la revolución, terminando con los mismos resultados.
También es importante señalar que durante esta guerra económica no declarada y el asedio de nuestro país hermano, la negación de alimentos, medicinas, combustible y otros suministros básicos que son esenciales para la existencia diaria de las personas han tenido un desprecio demostrable por la santidad de la vida humana en la población cubana.
Si se necesita algún paralelismo del impacto de la conducta genocida del imperio, no tenemos que mirar más allá de la carnicería humana que está teniendo lugar contra el valiente pueblo palestino, donde una colonia de colonos del estado de apartheid de Israel hace llover bombas de 2000 libras sobre las víctimas que son principalmente niños entre las edades de 5-9 y mujeres que representan el 70% de las personas 47.035, 111.091, 11.000, muertos, heridos y desaparecidos, respectivamente. El fabricante de las bombas, la financiación y el apoyo político y diplomático fueron cortesía del imperio yanqui.
Ahora que existe en la Casa Blanca no sólo el arquitecto de 243 sanciones durante su primer «bateo en el wicket» (para usar un término de cricket), junto con una segunda imposición de una designación de estado patrocinador del terrorismo, hábilmente apoyado por un secretario de Estado en Marco Rubio, una persona de origen cubano que se ha distinguido como uno de los enemigos más odiosos del pueblo cubano, hay un aire expectante de que este «dream team» pueda lograr lo que los 13 ocupantes anteriores de la Casa Blanca no han sido capaces de hacer hasta ahora.
Sin embargo, en su diabólica búsqueda, primero tendrán que enfrentarse a la mayoría de los ciudadanos de la humanidad que desde sus diversas organizaciones de uno u otro tipo han pedido un «manos fuera de Cuba» y un levantamiento incondicional del ilegal, criminal y genocida bloqueo.
En segundo lugar de un pueblo heroico y decidido, cuya postura fue mejor expresada por su presidente 'Díaz Canel durante la 'Marcha del Pueblo Combativo' el 20 de diciembre de 2024: 'Qué poco conocen al pueblo cubano, aún subestiman nuestra convicción patriótica y revolucionaria'.
Finalmente en palabras del Héroe Nacional de Cuba y 'Titán de Bronce' 'Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo empapado en sangre, si no perece en la lucha'.
Kingston, 23 de enero de 2025