Distinguidos Representantes de organizaciones intergubernamentales, organismos de las Naciones Unidas, Organizaciones Internacionales, Jefes de las delegaciones e invitados.
Permítanme saludarlos y reafirmar el compromiso del Gobierno Cubano con la reducción del riesgo de desastres. Asimismo, quisiera trasmitir el agradecimiento del Gobierno de la República de Cuba y de nuestro glorioso pueblo cubano al Gobierno de Suiza y a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, por acoger esta octava sesión de la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres 2025.
Queremos expresar en nombre de nuestra delegación las más sentidas condolencias a los pueblos y gobiernos que han sufrido pérdidas de vidas humanas, por los desastres ocurridos.
En los últimos años se ha hecho evidente un incremento notable del impacto provocado por los efectos del cambio climático y los desastres originados como resultado de la interrelación entre vulnerabilidades y la manifestación de los peligros, en particular en los países en desarrollo.
A finales de 2024 estuvimos sometido a un escenario complejo por el impacto de dos huracanes y dos sismos, en un lapso de apenas 20 días, que afectaron a la región oriental y occidental de nuestro país.
Hemos trabajado fuerte, pero una vez más se ha puesto de manifiesto la voluntad política y el papel del Estado cubano con la contribución de los diferentes actores de la sociedad, el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, con una concepción integral y multisectorial, en medio de un brutal recrudecimiento de las medidas del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de sesenta años.
Dando cumplimiento a las prioridades del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, en Cuba se han actualizado los marcos institucionales y normativos dirigidos a fortalecer las capacidades para la reducción del riesgo de desastre.
Hoy contamos con veintitrés sistemas de vigilancia y alerta temprana y con más de 136 estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo.
Se ha logrado la integración de políticas, estrategias e instrumentos de reducción del riesgo de desastres y de adaptación al cambio climático, con un componente de preparación a todos los niveles.
Los resultados alcanzados se han puesto a disposición de varios países en desarrollo, como parte de la cooperación que Cuba ofrece.
Es imperativo incrementar la cooperación internacional y la transferencia de tecnologías a los países en desarrollo para la prevención y la reducción del riesgo de desastres y contribuir un futuro seguro, sostenible, resiliente y equitativo para todos, sin lo cual no habrá avances significativos en la reducción del riesgo de desastres.
A nivel mundial queda mucho por hacer en la gestión integral del riesgo de desastres, el fortalecimiento de las capacidades para su gestión, inversiones para mejorar los niveles de resiliencia y aumento de la preparación.
En este sentido, reafirmamos el compromiso con la implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y el cumplimiento de todas sus metas.
Concluyo mi intervención con la frase de nuestro Apóstol nacional, José Martí: “En prever está todo el arte de salvar”.
Muchas gracias.