4-8 NOVIEMBRE 2019, ROMA, ITALIA #MOP31
- Sr. Presidente,
- Distinguidos delegados,
Cuba es signataria del Protocolo de Montreal y de cada una de sus enmiendas. Mi país cumple con sus compromisos de reducción de las sustancias que agotan la capa de ozono, tales como la eliminación total del consumo de los clorofluorocarbonos (CFC), halones, metilcloroformo y tetracloruro de carbono.
A través de varios proyectos, damos pasos hacia la eliminación de los hidrofluorocarbonos (HCFC) en sectores de la economía como la producción de espuma rígida de poliuretano o la refrigeración y climatización.
Consideramos positivo que el Protocolo de Montreal tenga bien identificado los sectores donde se emplean esas sustancias y cuente con una estructura organizada para la eliminación de estas.
Sería conveniente que todos los países aprovechen esos fundamentos y experiencias para eliminar los HFC, a partir de las definiciones contenidas en la Enmienda de Kigali. Las mismas deben contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en particular al cumplimiento de las metas del ODS 7 (vinculados a la energía asequible y no contaminante), al ODS 13 que llama a la acción por el clima y al ODS 9 que promueve el desarrollo sostenible de la industria, innovación e infraestructura.
El 20 de junio del presente 2019, Cuba ratificó la Enmienda de Kigali, en vigor desde enero pasado. Iniciamos así el proceso de eliminación gradual de los hidrofluorocarbonos, gases de alto potencial de calentamiento atmosférico. Ratificamos con ello nuestra vocación ambientalista y la disposición a actuar sostenidamente para eliminar el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono. Es un nuevo y decidido paso de mi país en cumplimiento de los compromisos contraído en este ámbito.
Trabajamos en la identificación de los obstáculos y desafíos para la implementación de la Enmienda de Kigali; así como de los aspectos de seguridad en el uso de los nuevos refrigerantes; de la capacitación y certificación de los técnicos del país en las alternativas actuales; y de la elaboración de una propuesta de programa de eliminación de los HFC para el período 2020- 2040.
Estamos analizando las opciones de bajo potencial de calentamiento atmosférico (GWP), las sustancias puras y mezclas, además de reconocer los requerimientos para lograr un cuidadoso equilibrio entre costo, eficiencia energética y seguridad; esto último, sobre todo, en el caso de los tóxicos e inflamables, en los que se exige el establecimiento de normas sobre buenas prácticas.
La implementación de estos propósitos debe servir como contribución al cumplimiento de programas estratégicos para el desarrollo sostenible en Cuba, sobre la base del plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030; la política nacional para el fomento del uso de las fuentes renovables de energía (FRE) y la eficiencia energética; así como del propio plan de estado para el enfrentamiento al cambio climático, que hemos denominado Tarea Vida.
La Constitución adoptada por la República de Cuba en abril de 2019 consagra la protección y conservación del medio ambiente y el enfrentamiento al cambio climático como condición fundamental del desarrollo.
Cuba reconoce que la reducción del consumo de los HFC es un reto mayor que la eliminación de los CFC y los HCFC. En consonancia, consideramos que deben apoyarse proyectos efectivos para la creación de capacidades en la implementación de la Enmienda de Kigali. Es menester que la comunidad internacional consolide los esfuerzos para restringir drásticamente los gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global.
Es imprescindible, a la par, calcular el impacto económico que representa el asumir los compromisos implícitos en la ejecución de las nuevas tecnologías, ya que no siempre coincide la asistencia técnica con su correspondiente financiamiento y disponibilidad de uso. En tal sentido, una especial atención se debe brindar a los países de bajo y muy bajo consumo.
Sr. Presidente, desde hace 60 años pesa sobre mi país el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, que el actual gobierno de ese país recrudece de manera despiadada contra Cuba y mi pueblo, limitando, entre otras, las posibilidades de acceder a financiamientos externos y tecnologías que nos facilitaría avanzar en el logro de las metas que nos hemos trazado en correspondencia con la Enmienda de Kigali. Esa aberrante política, condenada justo ayer por abrumadora mayoría y por vigésimo octava ocasión consecutiva en la Asamblea General de las Naciones Unidas, constituye el más pesante obstáculo a los esfuerzos de mi país por fomentar el desarrollo sostenible, inclusivo y democrático.
No obstante, permítaseme concluir reiterando la voluntad política del gobierno cubano para, a pesar de todas las carencias u obstáculos que se nos interpongan, enfrentar los desafíos del cambio climático y contribuir, en el ámbito de nuestro territorio y a nivel internacional, a los propósitos definidos en el Protocolo de Montreal y la Enmienda de Kigali.
Para Cuba, se trata de una obligación ética, de la responsabilidad de una nación consciente de que todos debemos contribuir a la sostenibilidad de la naturaleza en la que hoy crece la humanidad. Lo concebimos, asimismo, como una oportunidad esencial para el desarrollo sostenible de Cuba, en el que estamos empeñados y no cejaremos.
Deseo, antes de terminar, agradecer a Italia por haber acogido esta reunión.
Muchas gracias.
