Bruselas, 7 de octubre de 2020. Un intercambio con Stephane Noel, autor de la serie fotográfica: “Los últimos carboneros”, tuvo lugar en la Embajada de Cuba en Bruselas con participación del personal de la Misión Diplomática. Durante el mismo, Noel narró sobre su información inicial, de manera fortuita, sobre los carboneros de la Ciénaga de Zapata, a través de una promoción turística, así como el interés que de inmediato le despertó viajar a Cuba para conocer más sobre ellos.
El artista, motivado por las posibilidades que ofrece el clima cubano para la fotografía, e intrigado por esos seres que dedican su vida a hacer carbón en lo más profundo del mayor Humedal del Caribe, viajó en el 2011 a Cuba, cámara en mano, dispuesto a captar su cotidianidad. Explicó que durante tres semanas vivió en Guasasa, una comunidad cenaguera de cerca de 250 personas cuya actividad fundamental es la producción del material combustible, resultado de la quema de madera.
Detalló cómo, de regreso a Bruselas, reveló las instantáneas usando la técnica de cola bricomada, surgida en el siglo XIX que, según expertos, “se encuentra a medio camino entre la foto y la pintura”. Señaló que el resultado lo conmovió tan hondamente que decidió regresar en 2012 al mismo pueblo para continuar su proyecto. Nuevamente, compartió tres semanas con esas personas a las que ya consideraba sus amigos y quienes reciprocaban su amistad.
Emocionó a los presentes contando sus vivencias con esos hombres y mujeres habitantes de la Ciénaga; los amores ocultos en las entrañas del pantano, la calidez de los carboneros y la variedad de técnicas para producir carbón. Destacó con admiración el papel fundamental de estas personas en la victoria de Playa Girón, cuando el pueblo cubano repeló una invasión mercenaria por la Bahía de Cochinos en abril de 1961; y evocó la anécdota aprendida por esos habitantes de la Ciénaga, sobre la presencia del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, junto a ellos, durante la primera nochebuena posterior al triunfo revolucionario y el impacto de ese encuentro en las mejoras de sus condiciones de vida.
En el pequeño salón de la Embajada, fotografía en mano, Noel sorprende a los participantes por su conocimiento de esos hombres y mujeres de quienes habla con profundo cariño y admiración. Explica: “este es Cheo, el primer carbonero al que le realicé una fotografía” y así identificó a Marcos, quien le guió hasta Guasasa; a Caridad, a Andrea y a cada una de las personas grabadas por el lente de su cámara. Con emoción cuenta cómo en 2016 viajó a la Ciénaga con un folleto que contenía las fotos realizadas y se las obsequió a los protagonistas de cada historia. No fue una tarea fácil, pues algunos se habían retirado o mudado; esto lo llevó a realizar varias investigaciones y recorrer algunos kilómetros para cumplir con su propósito.
Al finalizar del intercambio, el artista compartió su sueño de realizar una exposición en Cuba a la que asistan todas las personas que lo recibieron en lo que él denomina el “Paraíso en la Tierra”. Ante la pregunta sobre las razones de titular su exposición como “Los últimos carboneros”, respondió que el desarrollo tecnológico y la llegada del turismo a esa pequeña comunidad, tal vez, representen el fin de esas añosas técnicas para producir carbón, a la que han consagrado su vida cientos de cenagueros.
La exposición ha sido presentada en diferentes escenarios. En estos momentos se encuentra en Chile, donde ha sido expuesta en varias regiones de ese país. También en la Capital de Europa se ha podido conocer de ese pequeño pedazo de Cuba y de la calidez de su gente, a través de las maravillosas instantáneas de este agudo fotógrafo.
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