Con la presencia de nuestro Presidente Miguel Díaz Canel se celebró hoy el Balance anual del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Se profundizó en los resultados y prioridades de la diplomacia revolucionaria, el enfrentamiento al bloqueo y las experiencias de la política exterior en un año marcado por la COVID19.
El 11 de septiembre de 1983, fue asesinado el diplomático cubano Félix García, funcionario de la misión cubana ante la ONU. Cuatro disparos de pistola cobraron su vida cuando se detuvo frente a un semáforo en rojo. Venía de conmemorar, junto a compañeros chilenos, la resistencia del presidente Salvador Allende ante el golpe de estado perpetrado 7 años antes. Félix fue víctima de la acción contrarrevolucionaria del grupo terrorista Omega 7, radicado en la Florida.
El Ministerio de Relaciones Exteriores recibe con profundo dolor y consternación el lamentable suceso del repentino fallecimiento del querido Embajador Iván Mora Godoy, a los 60 años, hoy 2 de mayo de 2020.
En el momento de su deceso se desempañaba como jefe del Equipo de Garantes de Cuba del proceso de paz de Colombia.
Durante su carrera diplomática cumplió importantes tareas, entre éstas, la misión médica en Pakistán, así como las funciones de Embajador ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y en la República de Colombia.
Abelardo Moreno Fernández escribe sus memorias. Llegó a la diplomacia hace más tiempo del que quiere rememorar y recuerda que tiene “unos cuantos años ya”. Siembra el enigma y, sin vacilar, impone la duración de la entrevista: “Solo 10 minutos”. Luego se olvida del reloj.
Prefiere no contar detalles de su vida personal o “anécdotas reveladoras”, advierte. Comienza a hablar el elegante veterano y en el Salón Azul de la Cancillería cubana prevalecen la fuerza de su voz y la autoridad de su memoria.
“Hay situaciones que se nos presentan en el ministerio en las que, literalmente, hay que correr. En el exterior, donde tenemos embajadas tan pequeñas, los funcionarios deben tener la capacidad de hacer las grandes tareas y aquellas que algunos podrían considerar menos importantes, aunque no lo son: cocinar, montar una mesa, darle mantenimiento a algún equipo, distribuir correspondencia, encargarse de la contabilidad de la misión. Desde el aula, desde la academia, hay que fomentar esas habilidades. Ese es el diplomático revolucionario cubano, aquí y en el exterior”.