Cuba no deja desamparado a ninguno de sus hijos.
Por más difíciles que puedan resultar las circunstancias, Cuba no deja desamparado a ninguno de sus hijos. Este ha sido un principio de nuestra Revolución, vigente incluso en tiempos de la pandemia de la covid-19, cuando varios países han cerrado sus fronteras y reducido al mínimo el transporte aéreo.