Palabras del embajador Rogelio Polanco en el acto en conmemoración del 40 aniversario del Crimen de Barbados, Teatro Bolívar, 6 de octubre de 2016
Querido Presidente Nicolás Maduro:
Hermanos venezolanos:
Compatriotas:
Hoy es un día de infinito dolor para el pueblo cubano. El criminal sabotaje a un avión de Cubana de Aviación permanece latente en el alma de la nación toda. Aquella conmovedora sentencia de Fidel aún vibra en nuestras conciencias y constituye un referente moral para varias generaciones: “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla”.
Han sido cuatro décadas de memoria indeleble, de homenaje imperecedero, pero también de indignación perpetua frente a la escandalosa impunidad de los culpables.
Quiso la historia que este hecho hermanara para siempre a cubanos y venezolanos. Desde Caracas partieron jubilosos los integrantes de nuestro equipo juvenil de esgrima que había ganado todos los títulos en un campeonato centroamericano. Y fue aquí también donde los terroristas fraguaron el alevoso crimen, con la connivencia de las autoridades locales de entonces y el amparo de sus mentores imperiales.
Nunca podrá llegar el consuelo para el sufrimiento inconmensurable de los familiares de nuestros mártires. Sus estremecedores testimonios constituyen un aldabonazo a la conciencia mundial contra el terrorismo.
Nunca cejaremos en nuestro reclamo de justicia. Por ello nos solidarizamos con el Gobierno Bolivariano en su exigencia de extradición de Luis Posada Carriles, uno de los autores intelectuales del atentado, quien permanece impune en territorio de Estados Unidos.
Por defender su independencia y soberanía, Cuba ha sido víctima de innumerables actos de terrorismo, organizados, financiados y ejecutados desde el extranjero, durante más de cinco décadas, que han provocado la muerte de 3 478 personas y discapacidades a otras 2 099.
Tenemos toda la autoridad moral para condenar los métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones, sean cuales fueren sus motivaciones. No puede haber doble rasero en el enfrentamiento al terrorismo. No hay terrorismo bueno y terrorismo malo. Hay terrorismo. Tampoco puede aceptarse el enfrentamiento al terrorismo como pretexto para justificar la intromisión en los asuntos internos de otros Estados, llevar a cabo actos de agresión, ejecutar o permitir violaciones flagrantes a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, y menoscabar la soberanía nacional de un Estado.
El propio 11 de septiembre de 2001, cuando el territorio de Estados Unidos fue objeto de un acto terrorista sin precedentes, el Comandante en Jefe Fidel Castro denunciaba que “la lucha internacional contra el terrorismo no se resuelve eliminando a un terrorista por aquí y otro por allá; matando aquí y allá, usando métodos similares y sacrificando vidas inocentes. Se resuelve poniendo fin, entre otras cosas, al terrorismo de Estado y otras formas repulsivas de matar, poniendo fin a los genocidios, siguiendo lealmente una política de paz y de respeto a normas morales y legales que son ineludibles. El mundo no tiene salvación si no sigue una línea de paz y de cooperación internacional.”
¡Cuán premonitorias siguen siendo sus palabras en momentos en que proliferan nuevas guerras y las amenazas a la paz y la seguridad son recurrentes en varias partes del planeta!
Hace poco más de dos años, en La Habana, en ocasión de la II Cumbre de la CELAC, fue adoptada la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Su invocación en esta fecha en que Cuba conmemora el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado resulta pertinente como demostración de los valores que deben primar en las relaciones internacionales.
Por eso, vaya hoy también nuestra irrestricta solidaridad con la Revolución Bolivariana, que enfrenta con determinación y firmeza la aplicación de las doctrinas de guerra no convencional, incluido el terrorismo, en la pretensión oligárquica e imperialista de doblegar al pueblo de Bolívar y de Chávez.
Y nuestro reconocimiento a Usted, Presidente Nicolás Maduro, por su perseverancia y acción resuelta en aras de la paz para su pueblo, para la región y el mundo, con la misma pasión que lo hizo el Comandante Chávez.
Compañeros:
Porque tenemos memoria es que ciertos llamados a olvidar el pasado no harán mella en las actuales y futuras generaciones de revolucionarios cubanos, venezolanos y latinoamericanos. Porque tenemos memoria es que podemos afrontar juntos, cubanos y venezolanos, los desafíos del presente y el futuro de nuestros pueblos.
Nuestros hermanos asesinados vilmente hace 40 años son símbolos en la lucha contra el terrorismo. Se multiplican en miles de colaboradores cubanos que han prestado su servicio internacionalista en estos años de Revolución Bolivariana. En los millones de venezolanos que han recibido atención en la Misión Barrio Adentro o en los otros tantos que ha recobrado bienestar y salud con la Misión Barrio Adentro Deportivo, y tantas misiones del Gobierno Bolivariano. Algunos de ellos, voceros ejemplares de nuestro pueblo, nos acompañan en este acto.
Hace 40 años, los terroristas impidieron que un avión cubano llegara a su destino y que sus pasajeros y tripulantes inocentes abrazaran nuevamente a sus seres queridos. Cuarenta años después, Cuba y Venezuela se abrazan en un puente aéreo ejemplar para transportar solidaridad, vida y paz. ¡Eso no lo podrán impedir jamás!
¡Abajo el terrorismo de Estado!
¡Que vivan eternamente nuestros mártires gloriosos!
¡Que viva por siempre la hermandad entre Cuba y Venezuela!