Video sobre las relaciones bilaterales
Discurso del Embajador cubano Miguel Porto Parga en la celebración del 55 Aniversario de las Relaciones Bilaterales entre Cuba y Siria:
El 11 de agosto de 1965 se firmó el acuerdo de establecimiento de relaciones diplomáticas por los entonces presidentes Fidel Castro y Hafez Al Asad, a quien Fidel describiera como “un hombre de firmeza, orgullo y dignidad, que nunca ha cedido a sus principios y derechos, y supo cómo defender su causa y llevar a Siria hacia la gloria”.
Por su parte, dirigentes sirios han descrito a Fidel Castro como el líder revolucionario que aplastó los planes imperialistas contra su país y que no ha cedido los derechos de su pueblo y ha convertido a Cuba en una fortaleza para los defensores de la paz y la libertad.
Cuba ha vivido 61 años sometida a una férrea política de estrangulamiento económico y comercial y hoy quieren hacer lo mismo contra Siria porque no entienden que la voluntad y la firmeza de los pueblos por defender su independencia y su soberanía pueden más que toda la riqueza del mundo. Nuestro Héroe Nacional José Martí dijo: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”.
La lucha por la independencia y la soberanía no es una lucha por el presente, es una lucha por el futuro; las guerras independentistas tienen siempre su vista puesta en el porvenir y la patria en que pensamos, la sociedad que concebimos como sociedad justa y digna de los hombres, es la patria del mañana.
Lo que no nos perdonan es que defendamos la filosofía de compartir solidariamente lo que tenemos, de llevar salud y letras a donde otros llevan armas, de enseñar a leer y a escribir, o devolver la vista o salvar la vida a quienes jamás tuvieron servicios de salud dignos.
No nos perdonan que no solo elijamos hacer prevalecer la independencia, la libertad, la soberanía, y la libre determinación, sino que hayamos demostrado que somos capaces de defenderlas.
12 gobiernos diferentes en Estados Unidos han tratado de derrocar a la revolución cubana por cualquier vía y hoy hay alrededor de 70 países en el mundo, que de una forma u otra, están sometidos a sanciones unilaterales, ilegales e injustas por parte del gobierno de Estados Unidos que se empeña en exportar guerras para rediseñar el mundo acorde con sus intereses hegemónicos, entrenan y arman a ejércitos de mercenarios y exportan armas, incluso prohibidas por convenciones internacionales, para aplicar sus políticas intervencionistas y enriquecer a los monopolios armamentistas.
Para nosotros los cubanos, hace más de 6 décadas que quedó bien claro que la lucha armada es la única vía para enfrentar el hegemonismo brutal que tratan de imponernos. El bloqueo que le ha costado a mi país 933 mil millones de dólares, agresiones económicas, políticas y diplomáticas, permanente campaña de mentiras y difamaciones dirigidas a denigrar la Revolución y sus líderes, secuestros, ataques, terrorismo de Estado contra obreros, campesinos, estudiantes y diplomáticos; así como 638 planes de atentados para matar a Fidel.
Desde hace muchos años, los revolucionarios cubanos nos atenemos a un pensamiento de José Martí: “La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”.
Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Revolución es el profundo anhelo, al fin logrado, de nuestro Héroe Nacional José Martí: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”
En este mundo tan desigual en el que vivimos, hay gobernantes que piensan solo en el dinero y la riqueza y creen que con sanciones y medidas económicas asfixiantes, pueden doblegar voluntades y principios, pero los bienes materiales no hacen crecer a los pueblos; sino el sentido de justicia, dignidad, la vergüenza del hombre, el respeto, el afecto por los demás y hacia los demás, la fraternidad y la solidaridad.
Cuando desaparezca la filosofía de la explotación y el sistema de clases que la engendró, entonces desaparecerán definitivamente las guerras y las causas que las originan, será entonces que desaparecerán los inmensos sufrimientos que le han impuesto a la humanidad por décadas.
La sanguinaria guerra que está viviendo Siria, ha cobrado cientos de miles de vidas y ha dejado huellas imborrables en toda la sociedad, muchas mujeres han perdido a sus esposos, a sus hijos, muchas familias han quedado destruidas y/o sumidas en la pobreza, mucha infancia ha quedado traumatizada por los horrores de la guerra, pero la imagen de Siria ante el mundo es la de un país que anhela emprender el camino hacia la paz, la reconstrucción de un futuro mejor, y la recuperación del escaño que le corresponde como potencia regional cimera.
La dirección, las enseñanzas y el ejemplo que ha significado el Doctor Bashar Al Asad para el pueblo de Siria, han servido para fortalecer voluntades durante el rigor de la guerra, han servido para transformar sueños en realidades; a no perder la calma y la confianza frente a peligros y amenazas; a levantar el ánimo tras los grandes reveses; a convertir en victoria cada reto y a superar las adversidades, por insuperables que pudieran parecer.
No creemos que todos los problemas se vayan a resolver fácilmente, sabemos que el camino está trillado de obstáculos, pero nosotros somos hombres de fe, que nos enfrentamos siempre a las grandes dificultades.
Si se hubieran invertido los cientos de millones de dólares que ha costado esta guerra en el bienestar de la humanidad, en salud, en educación, en la producción de alimentos, en infraestructura, en desarrollo, muchos países del mundo hubieran podido salir de la pobreza.
Y por qué 10 años de guerra? antes del 2011, Siria era orgullo no solo de los sirios, sino de muchos pueblos árabes, un país sin deuda externa, con un potencial económico, comercial y financiero muy elevado, con libertades religiosas y sociales que otros países de la región no pueden siquiera soñar a pesar de sus riquezas naturales. El ejército sirio que defiende hoy su tierra, está formado por hombres y mujeres que nacieron en un país libre que le legaron sus padres y abuelos, por lo que primero se ahogará en la sangre de sus mártires, antes de aceptar ser colonizado y subyugado.
Hoy en Siria estamos a las puertas del fin de una larga guerra contra el terrorismo internacional que ni el pueblo se merece, ni el ejército se merece, ni los dirigentes de este país se merecen.
Desde el inicio de la conspiración y agresión a Siria, en marzo del 2011. Cuba ha expresado la solidaridad con el pueblo sirio y ha rechazado la intervención militar foránea, y se ha pronunciado en contra de los grupos terroristas y por una solución política. Cuba apoya en todos los escenarios, el derecho del pueblo sirio a su libertad, independencia y soberanía; y según expresara el Canciller de Cuba: “la valiente resistencia librada por el pueblo sirio, es una necesidad esencial para el destino de la humanidad”.
Tanto Cuba como Siria han enfrentado las conspiraciones y la permanente agresión por parte del imperialismo y sus aliados, de igual forma se han opuesto a las corrientes ideológicas reaccionarias del colonialismo, el racismo, el sionismo, el terrorismo y el intervencionismo.
Por 55 años, Cuba ha estado y estará al lado del pueblo sirio y de su legítima dirigencia. Durante más de 9 años de guerra contra el terrorismo mundial y una coalición integrada por potencias occidentales y regionales, se han fortalecido gradualmente nuestras relaciones, que comenzaron con Hafez Al Assad y Fidel Castro; y mantienen hoy su vigencia con los Presidentes Bashar Al Asad y Miguel Mario Diaz Canel.
Hoy más que nunca, después de 9 años de guerra, tienen vigencia las palabras de Fidel cuando describió a Siria en el 2013 como “un valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, y ha declarado que resistirá hasta el último aliento.”
¡VIVA LA AMISTAD ENTRE CUBA Y SIRIA!
¡VIVA EL GLORIOSO EJERCITO ÁRABE SIRIO!
Y COMO DIJERA ERNESTO GUEVARA:
“HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, PATRIA O MUERTE”.
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