Fidel era un hombre de armas morales más ponderosas que las armas de fuego. Él era el mejor discípulo de José Marti. Era seguidor fiel de los posulados del Apóstol: patria, libertad, igualdad social, ética moral y anti-imperialismo.
Hoy, en el aniversario 95 de su natalicio, su legado es actual. Sus enseñanzas son impresindibles para interpreter lo que nos sucede y una guía para encontrar respuestas a planteamientos claves de la situación que vive el país hoy.
Los sucesos del 11 de julio deben ser entendidos desde el análisis del pensamiento de Fidel. En su discurso en la Aula Magna en noviembre del 2005, diría: ”Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos”.
El devenir de los acontecimientos reafirmaría el postulado de Fidel. El intento de desestabilisación de la Revolución fue un proyecto concebido y dirigido desde los Estados Unido y fracazó por esa razón. El enemigo no puede destruir la Revolución porque la Revolución es el pueblo.
El pueblo, que haciendo gala de valor, patriotismo y espíritu revolucionario salió a las calles a defender su revolución, porque el pueblo cubano es, como lo definió el propio Fidel, un pueblo digno, un pueblo valiente que no se rinde y que no volverá jamás a la esclavitud!
Fidel dijo que: ”si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan”.
Esa es la lucha de hoy, trabajar por un futuro mejor, siempre con la guardia en alto, por una Cuba independiente, soberana y anti imperialista. Una Cuba con igualdad social. Con las enseñanzas de Fidel como guía de futuro.
Comandante: 95 y pa’lante
Gloria eterna a Fidel
Hasta la Victoria Siempre Comandante.
Cubanos por Cuba, Suecia