El 11 de julio de 2018 se celebró en Washington una nueva ronda de conversaciones migratorias entre las delegaciones de Cuba y los Estados Unidos, presididas respectivamente por el director general de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, y por el coordinador de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado, Gabriel Escobar.
Ambas partes reconocieron los beneficios de la Declaración Conjunta del 12 de enero de 2017, en particular la eliminación de la política de “Pies secos-pies mojados” y del “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos” en la disminución de la emigración irregular. Asimismo, coincidieron en la utilidad del intercambio entre Tropas Guardafronteras y el Servicio de Guardacostas celebrado en enero de 2018, y del encuentro técnico sobre tráfico de personas y fraude migratorio realizado en diciembre de 2017.
En esta ronda se revisó el cumplimiento de los acuerdos bilaterales, con el propósito de garantizar una migración regular, segura y ordenada; desalentar la migración irregular, así como prevenir y enfrentar los actos ilícitos asociados. Cuba evidenció que cumple con rigor sus obligaciones, y reiteró su voluntad de mantener y ampliar la cooperación bilateral en esta esfera.
La delegación cubana instó al gobierno de los Estados Unidos a cumplir a cabalidad con sus compromisos de emisión de visas para emigrantes, conforme a los Acuerdos Migratorios. También trasladó que la decisión de suspender los servicios de tramitación de visas en su Embajada en La Habana afecta directamente las relaciones migratorias, los vínculos familiares, daña los intercambios institucionales y los viajes entre los dos países. Por otra parte, manifestó su preocupación por la Ley de Ajuste Cubano que, junto a otras normativas estadounidenses, estimula la emigración irregular de cubanos y los expone a convertirse en víctimas de traficantes ilegales y bandas asociadas al crimen organizado.