Comunicado en ocasión del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares

Como cada 26 de septiembre, desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo acordó en 2013, hoy se celebra el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, fecha que nos recuerda de manera permanente y urgente nuestra responsabilidad colectiva, ante el grave peligro que representan las armas nucleares para la paz mundial y la propia supervivencia de la humanidad. Particularmente urgente en la actual coyuntura internacional, caracterizada por graves amenazas a la paz y seguridad internacionales.

Vivimos en un mundo, en el que los gastos militares ascienden a 1,7 millones de millones de dólares, cruel realidad que contradice a quienes alegan que no hay recursos para acabar con la pobreza y promover un desarrollo sostenible para todos. Es inmoral que la Agenda 2030 carezca de medios para su implementación, por egoísmo y falta de voluntad política de los que más tienen.

En los esfuerzos que muchos compartimos por preservar la existencia del ser humano frente a la amenaza de las armas nucleares, la recién e histórica adopción y firma en la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que proscribe tanto el uso como la amenaza del uso de estas, resulta un importante aporte. El amplio respaldo y prioridad que la comunidad internacional ha dado al Desarme, no puede ser desconocido. Cuba, que orgullosamente se encuentra entre los países que se ya dieron su firma, seguirá luchando incansablemente por este justo reclamo.
Para la UNESCO, este Día Internacional es un Día especial, y su celebración deberá asumirse y promoverse como parte esencial del cumplimiento de su mandato, tal como fue señalado en su acta constitutiva: “con el fin de alcanzar gradualmente, mediante la cooperación de las naciones del mundo en las esferas de la educación, de la ciencia y de la cultura, los objetivos de paz internacional y de bienestar general de la humanidad”. Nuestros esfuerzos para que ello se cumpla, ineludiblemente deberán estar guiados por principios de solidaridad y cooperación internacional entre las naciones, desterrando el egoísmo y la exclusión. 

La Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, en la II Cumbre de la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en La Habana, en 2014, consagra el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional y una cultura de paz en este empeño. Su reafirmación por parte de los Jefes de Estado de la región durante la V Cumbre, a inicios de este año, en República Dominicana, nos compromete a continuar promoviendo el desarme nuclear general, completo y no discriminatorio como objetivo prioritario.

De igual manera, el Movimiento de Países No Alineados, cuya máxima prioridad en la esfera del desarme ha sido históricamente el objetivo de un mundo libre de armas nucleares, lo ratificó en su XVII Cumbre celebrada en Isla Margarita, Venezuela.

Cuba reafirma su compromiso y firme voluntad política de no descansar en este justo anhelo y se suma nuevamente este año a la jornada mundial de movilización y reflexión, consciente de la importancia e imprescindible labor que debemos desarrollar todos en la consecución de este objetivo impostergable, que merece la mayor prioridad internacional. Ningún esfuerzo en la consecución de la Agenda de Desarrollo 2030 podrá ser sostenible, en un escenario marcado por la amenaza de las armas nucleares.
Fieles al legado del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, luchador incansable por la paz, reafirmamos que un mundo mejor es posible y no vamos a renunciar a él.

 

(Cubaminrex-Delegación Permanente de Cuba ante la UNESCO)

 

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