Un emotivo acto tuvo lugar en la localidad angolana de Cassinga en la provincia de Huíla para conmemorar el Aniversario 40 de la Masacre de Cassinga, cuando centenares de personas fundamentalmente mujeres, niños y ancianos fueron asesinados en una de las páginas más crueles y sangrientas ejecutadas por el régimen del Apartheid.
El acto fue presidido por el ministro de Defensa de Angola, Salviano de Jesús Sequeira, Charles Namoloh, ministro de Protección y Seguridad de Namibia, el gobernador de la provincia de Huíla, João Marcelino Tyipinge,el ministro de Finanzas, Archer Mangueira y las Embajadoras de Namibia y Cuba en Angola, Claudia Ushoona (sobreviviente de Cassinga) y Esther Armenteros, respectivamente.
La ocasión fue aprovechada para la firma entre los gobiernos de Angola y Namibia de un acuerdo para construir sendos monumentos en Cassinga y Xetequela para honrar a los caídos y preservar la memoria histórica.
Los oradores principales en el acto se refirieron a la barbarie cometida por los racistas sudafricanos contra una población indefensa, resaltaron el heroísmo de los combatientes cubanos que perdieron la vida cuando fueron al auxilio de los que se encontraban en el campamento de refugiados de Cassinga y reconocieron la contribución de Angola en la lucha de liberación de sus vecinos, que desató sobre si misma las acciones agresivas del apartheid con un alto costo humano y material.
La Embajadora cubana recordó que muchos de los sobrevivientes de Cassinga fueron llevados a Cuba para recibir atención médica y posteriormente estudiaron allí, para poder regresar algún día y contribuir a la creación de una patria libre, respetada y próspera.
Al concluir esta ceremonia los presentes acompañados de una nutrida representación de sobrevivientes y familiares colocaron ofrendas florales en el lugar donde estuvieron las tumbas colectivas de los que murieron en Cassinga.
El contingente namibio, como es ya tradicional se trasladó hasta Cassinga por tierra, revisitando lugares de la guerra de liberación en territorio angolano, que calificaron como su segunda patria.
Seguidamente los dignatarios que presidieron este acto se dirigieron a la localidad de Tchamutete a unos 15 kilómetros de Cassinga para colocar también ofrendas florales en las que fueron las tumbas de los cubanos caídos hasta que sus restos pudieron ser trasladados a Cuba. Acompañaron la colocación de las ofrendas en respetuoso silencio una amplia representación de los vecinos de la localidad.