Discurso pronunciado por Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, en la Reunión de Alto Nivel sobre Cobertura Universal de Salud. 74º AGNU. 23 de septiembre de 2019.
Señor Presidente:
Agradezco a Usted y al Director General de la OMS la celebración de esta reunión, cuya relevancia la demuestra el hecho de que casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a servicios básicos de salud.
Esta realidad es una consecuencia del injusto orden internacional, que considera la salud como una mercancía y no un derecho humano. La preocupante situación actual en materia de cobertura universal de salud, solo podrá ser revertida mediante la voluntad política y la acción concertada de la comunidad internacional.
Es indispensable robustecer los sistemas nacionales de salud, en especial la atención primaria. La experiencia cubana demuestra que, cuando hay suficiente voluntad política, es posible construir un sistema de salud unitario, público, gratuito y accesible al 100% de la población.
Al cierre de 2018, Cuba registró una esperanza de vida de más de 78 años y una tasa de mortalidad infantil de 4 por cada mil nacidos vivos. Un nivel inmunitario del 98%, con 14 enfermedades infecciosas erradicadas, 9 que no constituían problemas de salud y 29 enfermedades transmisibles controladas.
Se cumplen los indicadores que certificaron a Cuba como primer país en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita.
Para obtener estos resultados, no sólo hemos enfrentado los retos que nos impone nuestra condición de pequeño país en desarrollo, sino además el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por casi 60 años, y que hoy se recrudece.
La salud es uno de los sectores sobre los que mayor impacto tiene esta política genocida.
El gobierno de Estados Unidos arremete ahora contra los programas de cooperación médica cubana con países en desarrollo, con el objetivo de desacreditarlos y sabotearlos.
Esos programas, constituyen un ejemplo de cooperación Sur-Sur, y han ayudado a muchos países de Latinoamérica y el Caribe, África y Asia a mejorar la cobertura de salud y brindar atención médica de calidad en zonas de difícil acceso.
Al atacar esos programas, Estados Unidos no solo se agrede a Cuba, sino se socava las posibilidades reales de muchos países en desarrollo de lograr una cobertura sanitaria universal, materializar el derecho humano a la salud y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nuestro país continuará prestando su apoyo decidido, a aquellos países del Sur que lo necesiten y requieran.
También continuaremos fortaleciendo nuestra larga tradición de cooperación e intercambio con la OMS y la OPS, conscientes de que contar con servicios de salud de calidad para todos, en todas partes, es una condición fundamental para el desarrollo y un derecho de todos los seres humanos.
Muchas gracias.
(Cubaminrex)