Cuba denuncia el retroceso global en la implementación del derecho a la alimentación y propone soluciones para abordar la grave crisis alimentaria

El Embajador Rodolfo Benítez Verson, Representante Permanente de Cuba en Ginebra, intervino como ponente en el panel “La función de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP) en la realización del derecho a la alimentación: el papel de las mujeres campesinas”, organizado por la Misión Permanente de Bolivia y un amplio grupo de copatrocinadores.

Benítez presentó los argumentos que pemiten calificar al Derecho a la Alimentación como una norma de Derecho Internacional consuetudinario, y por tanto, de obligatorio cumplimiento por parte de todos los Estados, independientemente de que hayan ratificado o no tratados específicos.

Ilustró el grave retroceso que se registra en la implementación del objetivo acordado en la Agenda 2030 de eliminar el hambre en el planeta para ese año.

Desde 2015, el número de personas que padecen hambre e inseguridad alimentaria ha aumentado. El 30% de la población mundial no tiene en la actualidad acceso a una alimentación adecuada; 735 millones padecen de hambre crónica. Se estima que no menos de 600 millones de personas pasarán hambre en 2030.

En este contexto, los más afectados son los países en desarrollo y los grupos vulnerables, principalmente las mujeres y niñas que viven en zonas rurales. Si bien las mujeres desempeñan un papel fundamental en la producción y el procesamiento de los alimentos, son desproporcionadamente afectadas por el hambre, la desnutrición y la pobreza.

El Embajador cubano desmintió el mito de que crece el hambre porque faltan de alimentos. Por el contrario, el mundo produce alimentos más que suficientes para alimentar a los más de 8 mil millones de habitantes del planeta. De hecho, se desperdician o botan anualmente más de 1 000 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo humano. Enfantizó que el problema radica en la distribución injusta y desigual de los alimentos. Las causas fundamentales del hambre y la inseguridad alimentaria son de carácter estructural.

El representante cubano destacó que lograr el objetivo de Hambre Cero  requiere acciones globales coordinadas, entre las que se incluyen la efectiva implementación de la UNDROP; la reforma de la arquitectura financiera internacional; la cancelación y el alivio significativo de la deuda externa; la eliminación de las medidas coercitivas unilaterales; el cumplimiento de los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo; el otorgamiento de un trato especial y diferenciado a los países en desarrollo en materia comercial, así como la inversión sostenible en agricultura.

Anunció que Cuba propondrá la adopción en la presente sesión del Consejo de Derechos Humanos de una resolución sobre el derecho a la alimentación, como parte de los esfuerzos de la Isla para promover la realización de ese derecho humano.

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