El 15 de mayo de 2024, el Departamento de Estado de Estados Unidos retiró a Cuba de la lista de los países que no cooperan o que no están cooperando por completo con los esfuerzos antiterroristas de ese país, aludiendo que las circunstancias que avalaron está certificación cambiaron entre 2022 y 2023. EE.UU. y Cuba “reanudaron la cooperación policial en 2023, incluso en materia de lucha contra el terrorismo. Por lo tanto, el Departamento de Estado determinó que continuar con la certificación de Cuba como ‘país que no coopera plenamente contra el terrorismo’ ya no era apropiado”, explicó la fuente.
No obstante, Cuba sigue estando incluida en la espuria y unilateral lista de países que patrocinan el terrorismo, sobre la base de una absurda justificación: No se trata de la misma lista de Estados patrocinadores del terrorismo, un informe que también elabora del Departamento de Estado y en el Cuba está incluido desde 2021. Esta jugada confirma una vez más el doble rasero y la mala voluntad del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, su pueblo y su revolución.
El mundo entero conoce que Cuba no exporta armas, no invade ningún país, no interviene en los problemas internos de ningún pueblo; el mundo entero sabe que, durante los 65 años de Revolución, Cuba ha brindado ayuda solidaria a todos aquellos pueblos que lo necesitan y la solicitan. Por otro lado, el gobierno de Estados Unidos invade países, asesina y saquea en nombre de la lucha antiterrorista, en nombre de la democracia y la libertad. Además, la justicia norteamericana absolvió de los cuatro cargos en su contra a Alexander Alazo Baró, terrorista confeso que el 39 de abril de 2020 realizó 32 disparos con un fusil de asalto AK-47, contra la Embajada de la República de Cuba en Washington D.C., causando daños materiales en el exterior y el interior de la edificación y poniendo en riesgo la integridad y la vida del personal diplomático en su interior.
La Unión de Residentes Cubanos en Argentina denuncia con vehemencia la continuidad de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo y exige que se elimine el nombre de nuestro país de ese listado. Además, ratificamos una vez más nuestra convicción de que el gobierno cubano no fue, no es y no será nunca territorio fértil para el terrorismo. Cuba denuncia con vehemencia todo acto de terror y los cubanos somos un pueblo de paz.
(URCA)