Repudiamos el brutal bombardeo del gobierno de Estados Unidos contra la Base Aérea de Shayrat en Homs Siria, que causó la muerte de más de diez militares y muchos civiles incluyendo cuatro niños.
Curiosamente después del bombardeo se reportó un ataque de militantes del Estado Islámico contra las posiciones del Ejército Sirio en la carretera que une las ciudades de Homs, Furqlus y Palmira.
El supuesto uso de armas químicas por parte del Ejército Sirio no está probado, ni se probará, pues su gobierno entregó a las Naciones Unidas, en 2014, el arsenal que tenía de este tipo de armamento. Carece de toda lógica que el Ejército Sirio use armas químicas, sobre todo, ahora que está derrotando la agresión terrorista.
El bombardeo que ordenó el presidente de Estados Unidos Donald Trump, fue preparado con anticipación y obedece al apoyo que el imperialismo norteamericano y sus aliados vienen suministrando a los terroristas que atacan el legítimo gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad.
Este bombardeo es contrario al Derecho Internacional Público, pues no fue autorizado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no existen pruebas que demuestren que el Ejército Sirio ha usado armas químicas y es un claro involucramiento en los asuntos internos de un Estado Soberano que viene luchado contra una agresión auspiciada por grandes potencias militares y económicas, la cual le ha causado más de trescientos mil muertes y millones de desplazados.
Esta fue una agresión preparada con anticipación por la derecha internacional, la cual fue proclamada y anunciada por su prensa, tal como se percibe en el editorial del diario El Tiempo escrito para la edición de del 6 de abril de 2017.
Se vive un momento en el que la derecha neoliberal no se detiene en usar medios violentos para atacar el legítimo gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, desconocer los resultados electorales en Ecuador, construir muros para impedir a los mexicanos que ingresen a los territorios que les fueron arrebatados y la permanente violación de la soberanía de Siria y su territorio.
Da tristeza ver el inmediato apoyo de los gobiernos “democráticos” de Europa, Israel, Japón y algunos países de América a esta agresión del imperialismo norteamericano, lo cual demuestra que el capitalismo es la antítesis de los Derechos Humanos, la Democracia y el Derecho Internacional Público.
Fin a la agresión imperialista contra Siria, su pueblo y su legítimo gobierno.
Colombia, abril 7 de 2017