Copenhague, 14 de junio de 2024. Disímiles son las formas en que año tras año el pueblo cubano rinde tributo a dos grandes hombres que por coincidencia de la vida y el destino nacieron un 14 de junio, Maceo y Ché. Dos hombres en cuyas entrañas solamente afloraba el respeto por la tierra amada, el cuidado y la defensa de la misma al precio que fuese necesario.
No alcanzarían las palabras para describir toda la hazaña demostrada por estos extraordinarios hombres en su decursar por la vida, pero que con un lenguaje sutil, directo, emocionante y firme el líder de la Revolución cubana fue capaz de mostrar toda la gloria política y personal que encerró la vida de Maceo y Ché. Así lo hace saber al pueblo de Cuba aquel 15 de junio de 2002, en discurso pronunciado en ocasión de conmemorarse el 157 aniversario del natalicio del Titán de Bronce y el 74 del Guerrillero Heroico. Es por ello que hoy 14 de junio de 2022, nos complace recordar aquel discurso extraordinario que nos hizo viajar en el tiempo, con la palabra sabia y segura de Fidel, para adentrarnos en la historia de esos dos grandes hombres.
Hacemos nuestras las vigencias de las palabras pronunciadas por Fidel en su discurso aquel 15 de junio de 2002 y cito:
"... General Antonio Maceo, los cubanos de hoy, educados en tu inmortal ejemplo, habrían compartido contigo el honor de estar junto a ti el día glorioso que le respondiste al representante del poder colonial español: No queremos paz sin independencia.
Che, hermano entrañable: a todos tus compañeros de lucha nos habría gustado combatir junto a ti en la Quebrada del Yuro y luchar por la liberación de América. Era un sueño imposible. El destino había asignado a nuestro pueblo heroico la misión de resistir 43 años de agresiones y finalmente decir NO al gobierno imperial que nos amenaza e intenta imponer a Cuba una nueva Enmienda Platt, más ignominiosa que la de 1901. Por ello, el pueblo al que ayudaste a derrocar la tiranía, libra hoy la más gloriosa lucha de su historia contra el gobierno de la superpotencia hegemónica que nos quiere destruir.