El Embajador de Cuba en la República Islámica de Irán y concurrente en la República de Irak, Vladimir González Quesada, se despidió de las autoridades del país árabe con motivo del próximo fin de su misión en Teherán. En tal sentido, el diplomático envió sendas cartas al Presidente iraquí, Mohammad Fuad Masum, y al Canciller, Ibrahim Al-Eshaiker Al-Jaafari.
En sus misivas, el Jefe de Misión le expresó a los dos altos dirigentes de la nación mesopotámica que había sido un honor haberse acreditado el 16 de marzo de 2015 como el primer Embajador cubano ante el gobierno iraquí, luego transcurridos de 12 años sin haber tenido enviados en las respectivas capitales, y haber trabajado durante los últimos dos años y medio a favor de la promoción de las relaciones bilaterales entre Cuba e Irak.
Asimismo, el Embajador manifestó que espera que su sucesor, para quien ya se ha solicitado el correspondiente beneplácito, cuente con el necesario apoyo de las autoridades iraquíes para desarrollar su importante labor.
Cuba e Irak han mantenido históricamente buenas relaciones, las cuales se vieron afectadas por la intervención en ese país de EE.UU. y sus aliados, en abril de 2003, lo que obligó a cerrar la misión diplomática de la Isla en Bagdad, siendo una de las últimas en hacerlo.