Por: Angel Villa Hernández
El resultado más evidente y duradero de las relaciones entre Cuba y Etiopía establecidas hace 46 años, ha sido la existencia del sigular gentilicio de etio-cubano, para identificar a aquellos que estudiaron en Cuba.
Esa dimensión ha sido un atributo auto asumido por los etíopes, que en número superior a los cinco mil, ha tenido al archipiélago de Cuba como su segunda casa. Esa colectividad desborda las fronteras de ambos países para insertarse en otras geografías próximas como Eritrea y más lejanas como Europa y Estados Unidos.
Las historias de vida de ese amplioy heterogéneo grupo son muy variadas y van del éxito de muchos, al ocaso de otros.
Los hay con brillantes carreras en el mundo empresarial, en la política, la medicina, la ingeniería, la arquitectura, la educación, la economía, la abogacía , entre otras profesiones. Muchos han podido establecer sus propios negocios utilizando herramientas resultantes de su formación en Cuba.
Tanto los que viven dentro como fuera de Etiopía, tratan de mantenerse vinculados a otros etio-cubanos, hablan en el español de Cuba entre ellos y discuten con pasión de pelota o de cualquier tema.
Los etiocubanos practican la solidaridad aprendida entre ellos de diversas formas y ante vicisitudes de la vida. Han hecho fórmulas cooperativas y siguen otros modos de actuación que permiten movilizar recursos para apoyar a alguno de los graduados que esté enfermo o que no tenga trabajo.
En estos años, no pocos han fallecido por diversas causas y siempre un hecho de sa naturaleza convoca a la unidad de todos en momentos de dolor, incluido el apoyo a la familia que queda atrás.
En la solidaridad con Cuba, son bastiones del apoyo a la nación que ayudó decisivamente a elevarlos como seres humanos, pues en Etiopía constituyen la mayoría absoluta de la membresía en las diversas Asociaciones y Grupos de Amistad que han ido formando bajo diferentes denominaciones, según las graduaciones en Cuba u otros conceptos. Una mención particular merecen "Las Marianas", que como su nombre lo indica, agrupa a mujeres graduadas en Cuba y que muestran la vigencia de lo aprendido en Cuba, como el baile y la cocina.
La enfermedad del Comandante en Jefe Fidel Castro y su posterior fallecimiento marcaron decisivamente a los Etio-Cubanos, pues lo consideran aún como su padre. Entre las muestras de dolor y aprecio más genuinas y significativas evidenciadas en todo el mundo por la obra de Fidel, destacan las de los Etio-Cubanos.
La participación en eventos de solidaridad con Cuba, incluida la sede del Encuentro Regional efectuado en Addis Abeba en 2021, la emisión de Declaraciones de apoyo a Cuba frente a las agresiones foráneas, su gestión en la lucha contra el bloqueo, su apoyo en ocasión de desastres naturales, entre muchas otras causas, han sido parte de la gestión de estos graduados en Cuba.
Un etio-cubano diseñó los nuevos monumentos que se erigieron en el parque de la Amistad Cuba-Etiopía situado en la céntrica avenida Churchill en Addis Abeba y son ellos también quienes han hecho suyo ese espacio para limpiarlo, pintarlo, reforestarlo y también celebrar muchas de sus principales actividades políticas y sociales.
La celebración del 40 aniversario del inicio de la cooperación educativa entre ambos países en 20218, fue centrada por los etio-cubanos, al coordinar el programa, acoger a la amplia comitiva cubana y financiar buena parte de los múltiples eventos.
Este comunidad transpira Cuba y Etiopía y ese sentimiento se perpetúa por los etio-cubanos de hoy y sus descendientes.