Allá a donde vayamos, los cubanos llevamos dentro los repiques de nuestros tambores, de la Conga Santiaguera,del Son, del Cha Cha Cha, del Mambo, nuestra Rumba; la poesía de nuestro José Martí, o las luces de nuestro Alejo Carpentier. También el sabor de nuestras comidas, la pintura de Portocarrero, de Mendive, Flora Fong, Lam y tantos otros, vivos y en otras dimensiones, que nos acompañan siempre. Allá donde vayamos llevamos los pas de deux de nuestra Alicia y su maravilloso Ballet Nacional, la Guantanamera de Joseito Fernández, los acordes de la zarzuela Cecilia Valdés, nuestros Trovadores que nos han acompañado en el amor y los sueños y los acordes de piano de La comparsa de Lecuona.
Los ejemplos son innumerables, son tantos los que han representado y representan la Cultura Cubana que no alcanzaría el tiempo para nombrarlos y reconocerlos a todos desde que se escuchó por primera vez en público la melodía y letra de nuestro Himno Nacional, símbolo de nuestra Nación y de nuestras luchas por la soberanía e independencia.
Todos los cubanos somos artistas, o aficionados al menos. Los cubanos en Rumanía no son una excepción. Hay ejemplos de profesionales muy reconocidos en el ámbito cultural rumano como los jóvenes de The Cuban Project o la reconocida cantante Biu Marquetti, entre tantos otros. Recientemente, estudiantes cubanos de Doctorado de distintas especialidades en la Universidad de Transilvania participaron en el Festival Multicultural de la ciudad de Brasov en el stand de Cuba. Con sus cantos, bailes, entusiasmo y alegría desbordante dieron prueba fehaciente de que allá, dondevayan, Cuba va con ellos.
