10 de Diciembre 2018. En nuestra misión en Zambia y con motivo del aniversario del Día de los Derechos Humanos es oportuno recordar que en el mundo hay muchos humanos sin derechos y vienen a colación las palabras del ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, quien presentó el miércoles 16 de mayo 2018, el informe nacional ante el Examen Periódico Universal (EPU), donde ratificó el compromiso de la Mayor de las Antillas con los derechos humanos, y con el funcionamiento del mecanismo multilateral que verifica su cumplimiento en cada nación. Cuba ratifica su compromiso inalienable con el pleno ejercicio de los derechos humanos. Prueba de ello fue el documento presentado en Cuba sobre este tema y que fue objeto de un “proceso amplio y participativo de consultas que involucró a numerosas instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil”.
Desde inicios de la República, cuando la ocupación militar de los Estados Unidos cercenó la independencia nacional, y cito al canciller Bruno Rodríguez “el 45 % de los niños no iba a la escuela, el 85 % de las personas carecía de agua corriente, los campesinos vivían en la miseria sin ser dueños de la tierra que trabajaban y los inmigrantes eran brutalmente explotados”.
“No había en Cuba derechos para los obreros y campesinos, eran frecuentes las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas y los actos de tortura. Era cruel la discriminación por el color de la piel, había un alto nivel de pobreza y las niñas y mujeres eran aún más excluidas. La dignidad de los cubanos era mancillada y la cultura nacional agredida”, manifestó.
Después de 1959, la Revolución cubana liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, “transformó esa realidad y sigue empeñada en elevar cada vez más la calidad de vida, el bienestar y la justicia social para todo el pueblo, materializando todos los derechos humanos”.
“Esa voluntad de proteger la dignidad humana, proveer igualdad de oportunidades, y conquistar toda la justicia, ha sido invariable e inquebrantable hasta hoy”, aseveró.
“Cuba ha continuado fortaleciendo la participación popular en la toma de decisiones gubernamentales y el ejercicio de las libertades reconocidas en la Constitución y las leyes, incluyendo los derechos civiles y políticos, que están plenamente protegidos”.
A modo de ejemplo acerca de los temas esenciales para la nación que son sometidos a consulta y debate popular, el ministro explicó que “en el proceso de consulta de los documentos sobre la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y las Bases para el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, participaron más de 1 millón 600 mil cubanos, de ellos más de 500 mil jóvenes, y se hicieron 208 mil 161 propuestas de modificaciones lo que generó cambios de una parte significativa del contenido original”.
“El ejercicio democrático en Cuba es continuo, sobre la base de nuestro modelo de democracia, legítimamente constituido, participativo y popular”, aseguró.
Bruno declaró que “El derecho a participar en la conducción de los asuntos públicos no se limita a los procesos electorales, sino que se ejerce de manera permanente en los diferentes ámbitos de la vida política, económica y social de la nación”.
Denunció que el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, y su aplicación extraterritorial, provoca privaciones y continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo económico y social del país:
“Esta injusta política, rechazada por la comunidad internacional, viola los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional; y representa una flagrante, masiva y sistemática violación de los derechos humanos de todo nuestro pueblo a la par que califica como acto de genocidio a la luz de la Convención para la prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948”.
Reclamó, una vez más, la devolución del territorio que usurpa la Base Naval estadounidense en Guantánamo, donde Estados unidos mantiene hoy “un centro de detención en el que se comenten graves violaciones a los derechos humanos y actos de tortura”.
La ocasión fue propicia para recordar “las campañas político-mediáticas contra Cuba, que tergiversan nuestra realidad; buscan desacreditar al país y omitir los indiscutibles logros en materia de derechos humanos”.
Con la intervención del canciller cubano comenzó la presentación del informe de Cuba a la EPU, evento que ha generado una amplia expectativa en Ginebra, pues según los periodistas que reportan desde el lugar se han registrado al menos 147 solicitudes para intervenir, cifra record en los años que lleva el mecanismo funcionando.
Según el procedimiento establecido, los informes de resultados de cada uno de los países que se presentan al EPU se aprueban 48 horas después de la revisión del Estado implicado, que puede hacer comentarios preliminares sobre las recomendaciones que elige aceptar o anotar, y después introducir modificaciones editoriales en su propio informe, para lo cual dispone de dos semanas.
El texto final debe ser ratificado en la 39 sesión plenaria del Consejo de Derechos Humanos, la cual tendrá lugar en septiembre. A partir de ese momento el país tiene la responsabilidad de implementar las indicaciones contenidas en el escrito definitivo.