Señor Secretario General,
Señor Presidente,
Distinguidos delegados:
En el 75 aniversario de las Naciones Unidas, el multilateralismo y el Derecho Internacional están amenazados por la mayor potencia mundial. La conducta irresponsable de los Estados Unidos es el mayor peligro para la paz y la seguridad internacionales. Promueve conflictos, guerras no convencionales y comerciales e impone severas medidas coercitivas unilaterales y dilapida -en su carrera armamentista- recursos indispensables para el desarrollo sostenible de nuestros pueblos, mientras se niega a cooperar en el enfrentamiento a las múltiples crisis generadas por la devastadora COVID-19.
Estados Unidos desconoce importantes acuerdos en materia ambiental, de desarme y control de armamentos y abandona foros internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la UNESCO o el Consejo de Derechos Humanos. Parecería que está en guerra con el planeta, sus recursos vitales y sus habitantes.
Impide la solución amplia, justa y duradera al conflicto israelo-palestino, que esta Organización ha reclamado históricamente. Propone el denominado “Acuerdo del siglo”, que amenaza el futuro del Estado de Palestina, en las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén Oriental como su capital.
Niega al pueblo de Puerto Rico el derecho a la libre determinación e independencia, cuando está por concluir el Tercer Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo.
Interfiere en los asuntos internos de decenas de Estados miembros de la ONU y amenaza a quienes acusa de influir en su corrupto sistema electoral. El miedo y la mentira reiterada resultan las novedosas armas en su deshonesta estrategia mediática y de desinformación.
Quebranta la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, al reactivar la Doctrina Monroe.
Contra Cuba, eleva su hostilidad a niveles cualitativamente superiores. Viola de forma sistemática los derechos humanos del pueblo cubano, al recrudecer el bloqueo económico, comercial y financiero y su carácter extraterritorial. Es el que ataca desvergonzadamente a nuestra cooperación médica y a los gobiernos que legítimamente la solicitan, con lo que se coarta el derecho a la salud de otras naciones; cuando es el epicentro de la pandemia de la COVID-19, que por irresponsabilidad y oportunismo electoral ha costado la vida a casi 200 mil de sus ciudadanos.
Señor Presidente:
A 75 años de haber suscrito la Carta de las Naciones Unidas, urge reafirmar nuestro compromiso con los principios del Derecho Internacional y el fortalecimiento del multilateralismo, la cooperación con los organismos internacionales y el empoderamiento de esta Asamblea General. Multipliquemos la cooperación y la solidaridad. Construyamos un orden internacional democrático, justo y sostenible.
Muchas gracias.