Señor presidente,
Como hemos trasladado previamente, nos preocupa que este informe no refleje prácticamente ningún caso en los países desarrollados, donde son bien conocidas las denuncias y evidencias presentadas por la sociedad civil sobre actos de represalias, amenazas y acciones selectivas y discriminatorias contra migrantes, líderes sociales y, más recientemente, miles de personas que en Naciones Unidas y en las calles han exigido el fin del genocidio contra Palestina y que sus gobiernos no envíen armamento y ayuda militar a Israel.
Reiteramos que no pueden asumirse como supuestas represalias situaciones de procedimientos que tienen lugar habitualmente en reuniones intergubernamentales y que son prerrogativas de las delegaciones, debidamente establecidas en el reglamento de la Asamblea General, que rige las labores de este Consejo.
Exhortamos a la Secretaría General a preocuparse también por los actos de agresión verbal y física, ofensas e intimidación que sufren los representantes de diversas delegaciones, a manos de supuestos representantes de la sociedad civil, cuyo comportamiento en Naciones Unidas se contrapone a los valores de esta Organización.
Llamamos a abordar estas cuestiones con objetividad, evitando la selectividad, los dobles raseros y la injerencia en los asuntos internos de los Estados.
Muchas gracias.