Señor Presidente:
Cuba mantiene una política de tolerancia cero respecto a la explotación y el abuso sexual de niños. Se prevén severas sanciones para los responsables de esos graves delitos.
En nuestro país se registra una incidencia muy baja de estos actos, que no están asociados a redes criminales organizadas, sino a situaciones aisladas en el marco familiar o el entorno social cercano, y en ningún caso quedan impunes.
Los datos anuales sobre la prevención, enfrentamiento y atención a las víctimas, son publicados en el informe nacional sobre la trata de personas, que Cuba emite anualmente.
Este tema requiere un enfoque integral. Reconocemos el importante papel de las organizaciones de la sociedad civil, de conjunto con las instituciones estatales y los medios de comunicación, así como las acciones de capacitación y concientización.
En Cuba, el interés superior del niño tiene rango constitucional y el Código de las Familias incluye una amplia protección de los derechos de la infancia y la adolescencia.
Tomamos nota con preocupación de que persisten casos de abuso sexual de niños en contextos humanitarios y de mantenimiento de la paz. La participación de personal de Naciones Unidas en esos espacios requiere un enfoque basado en los derechos y el interés superior del niño, y una adecuada rendición de cuentas.
Cuba no descansará en sus esfuerzos para prevenir y enfrentar de manera enérgica y efectiva la explotación y el abuso sexual de menores.
Muchas gracias.