Marcha del pueblo cubano por el honor y la dignidad de la Patria.

 

Cuba, el caimán verde e irreductible tembló al sentir las pisadas
de la Generación del Centenario, con Raúl Castro a la cabeza, marchando
firmemente, como había prometido, con el pie en el estribo. A su lado, el
joven, que llevaba escrito en el pecho el compromiso de no fracasar
la Revolución. Son estos jóvenes los que vieron a sus hijos comprometerse con sus
Patria durante la Crisis de Octubre; la de sus internacionalistas, su
científicos, sus deportistas, sus médicos y sus trabajadores, sus
estudiantes y sus esposas, sus hijos, el que desbordó la costa
de La Habana como un tsunami de victoria de la Revolución.

Fidel dijo: “el pueblo de Cuba ganará”.Raúl dijo: “!Qué
pueblo que tenemos!”, y Díaz-Canel llamó “al heroico pueblo cubano a
una marcha de combate”. El 20 de diciembre de 2024 resonaron estas palabras
en el Malecón de La Habana en las voces de más de 500.000 personas
quienes se manifestaron frente a la embajada de Estados Unidos contra el bloqueo y
por la exclusión de Cuba de la absurda y engañosa lista de países que,
supuestamente patrocinan el terrorismo.

Además, Fidel estuvo presente el 20 de diciembre, porque todavía está
allí, en toda expresión de la unidad del pueblo. Con el puño cerrado, nosotros
afrontemos los problemas, con profundidad y con la certeza de ir ¡adelante! ¡Lo haremos! Podemos hacerlo. Esto es lo que Raúl
 Castro preguntó, y así respondió el pueblo, en una
Marcha antimperialista por Cuba y el mundo. Un paseo que,
en palabras del presidente de Cuba Díaz-Canel, superó la imaginación
el más fértil.

20 de diciembre de 2024, marcha del Pueblo Combatiente, contra el
bloqueo y por la eliminación de Cuba de la lista de países que supuestamente apoyan el
terrorismo

“Sí, hay bloqueo, sí, el bloqueo se ha fortalecido, sí, hay un
guerra económica, sí, nos desprecian, sí, nos envenenan
de manera vulgar, obscena y con odio en las redes sociales",
declaró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de
Cuba y el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la
Pleno del Partido Comunista, 14 de diciembre.

Y afirmar: “En respuesta a esta concepción de política hostil
incrementada, llamamos desde este Pleno, al heroico pueblo cubano a una
marcha de combate el 20 de diciembre, al finalizar la sesión de la Asamblea
Poder Popular Nacional”.

“Expresaremos frente a la Embajada de Estados Unidos en La
La Habana, como tantas veces hemos acompañado al comandante en
líder Fidel Castro Ruz, la más enérgica condena
del bloqueo criminal del gobierno de Estados Unidos y el mantenimiento de
Cuba en la lista ilegítima de países que supuestamente apoyan el terrorismo,
lo que causa un daño terrible a todo el pueblo”, continuó el
jefe de estado.

Una marcha contra la ignominia imperial. Lejos de sostener la
promesa electoral sobre las relaciones con Cuba, el presidente
Joseph Biden, durante sus cuatro años en el cargo, sostuvo
implementó y aplicó casi todas las medidas coercitivas draconianas
medidas económicas impuestas por la administración Trump y aprobadas
otros, como la reciente ley que legaliza el descarado robo de marcas
Havana Club en el mercado americano.

La política de máxima presión aplicada, cuya piedra angular
es el reforzamiento del bloqueo, ha tenido los efectos más perjudiciales para
la calidad de vida del pueblo cubano, su acceso a alimentos, servicios
salud, medicinas, vivienda digna y muchos bienes esenciales, y ha provocado la migración de miles de personas, a veces
en condiciones extremadamente riesgosas.

Se trata de la implementación rigurosa del diseño de acción. Actitud imperialista hacia Cuba, expuesta en el famoso memorando del
subsecretario de Estado Lester Mallory, hace 64 años, quien definió que el
La única manera de socavar el apoyo interno a la Revolución Cubana era:
... provocar el descontento y la insatisfacción que surgirían del malestar
económicos y de escasez... implementar todos los medios posibles
debilitar la vida económica en Cuba (…) Un modo de acción que
revelaría que lo más eficaz sería privar a Cuba de financiación y
suministros, con el fin de reducir sus recursos financieros y
salarios reales, para causar hambre, desesperación y el derrocamiento de
gobierno. »

Desde entonces, la estrategia adoptada ha consistido no sólo en proporcionar
hambre y miseria al pueblo cubano, pero también, y sobre todo, tratar de
hacer creer que la causa de estas dificultades se debe a la “gestión
"ineficiente" del gobierno cubano, y no a las "sanciones" aplicadas
por Washington.

Sin embargo, las cifras son claras y muestran quién está frenando el desarrollo
necesario para la nación cubana. El bloqueo afecta mucho a nuestro pueblo
más de 421 millones de dólares al mes, más de 13,8 millones de dólares
por día y $575,683 en daños por cada hora de su
solicitud.

El bloqueo es el sistema de medidas económicas coercitivas
acuerdos unilaterales y extraterritoriales, los más amplios y prolongados jamás
aplicado a un país.

“Ningún país, incluso con economías mucho más prósperas
y robusta que la de Cuba, no podría enfrentar una agresión tan
despiadada, asimétrica y prolongada sin costo considerable para el
nivel de vida de su población, su estabilidad y justicia social”, afirmó el
Informe presentado por Cuba este año a la Asamblea General de
Naciones Unidas, donde la gran mayoría de los países miembros de la ONU tienen
Condenó esta política de fuerza y ​​asfixia.

Los considerables daños causados ​​a la economía, las finanzas y
para comerciar a través de esta aberrante política se suman las medidas
medidas restrictivas derivadas de la decisión de incluir a Cuba, por lo que
malicioso, en la infame, arbitraria e ilegítima lista de países que, supuestamente,
diciendo: patrocinar el terrorismo. Este es un movimiento perverso
la administración Trump, unos días antes de abandonar la Casa Blanca.

Esta designación es cínica, porque Cuba, lejos de patrocinar la
terrorismo, ha sido y es víctima de recurrentes actividades terroristas financiadas
y organizado desde territorio estadounidense, con el acuerdo de las autoridades de
este país.

Cuba tiene una posición clara y firme en la lucha contra el terrorismo bajo
todas sus formas. Ella sirvió como intermediaria clave en las conversaciones de
Paz entre el gobierno colombiano, el ELN y las Fuerzas Armadas
revolucionarios de Colombia (FARC), en el mismo espíritu que
pidió, hace una década, a los Estados miembros de la CELAC que declararan
región como Zona de Paz, “basada en el respeto a los principios y
normas del derecho internacional.

Este es un acto cruel porque tiene como objetivo maximizar el sufrimiento de la
Pueblo cubano. La inclusión de nuestro país en la lista de países que
apoyar el terrorismo no sólo obstaculiza las transacciones
internacional, pero también las exportaciones, conduce a restricciones
financiero o incluso ralentizar la ayuda humanitaria proporcionada a nuestro país. Por
en otros lugares, amenaza o penaliza a los ciudadanos de países que disfrutan
privilegio de viajar a Cuba, incluidos los nacionales cubanos. Ella
También interfiere con las transacciones bancarias de individuos.
y nuevos actores económicos no estatales, impide
servicios en línea y restringe los intercambios académicos y científicos.

Cuba sigue sufriendo su cruel e ilegal exclusión
de la economía y las finanzas internacionales, debido a su mantenimiento
en la lista arbitraria de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
El presidente Biden puede poner fin a esta mentira y responder a la
llamamientos de decenas de gobiernos, numerosos ex presidentes y
primeros ministros, cientos de parlamentarios, la Conferencia de

Obispos católicos de los Estados Unidos y otros líderes religiosos, y
miles de organizaciones de todo el mundo y del propio Estados Unidos.
En los últimos días de su mandato, el presidente Biden podría retirarse
Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo; él tiene
la autoridad para hacerlo. Si desea dejar un poco de decencia como
legado en los últimos días de su vida política, puede dar este paso
simbólico. Todavía hay tiempo.

El pueblo cubano seguirá luchando contra la agresión injusta,
bloqueo genocida, manipulación y mentira, listas falsas
y fondos coercitivos y millonarios para subvertir el orden interno y
alimentarán operaciones de desinformación y exigirán con todas sus fuerzas
fuerza la justicia y la paz para Cuba y para nuestro mundo.

Este 20 de diciembre los habitantes de La Habana marcharon en un
desfile, en una marcha combativa para expresar, frente a la embajada de
Estados Unidos, su petición de cese de las hostilidades, su condena de
la ignominia imperial y su irreductible espíritu de lucha y victoria.

El pueblo marchó con la profunda convicción, inculcada por Fidel,
que no hay fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.

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