«El bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba constituye el principal obstáculo al desarrollo del deporte cubano», declaró Gisleidy Sosa, directora de Relaciones Internacionales del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), en conferencia de prensa realizada en la Ciudad Deportiva.
«Es una política que no solo tiene un marcado carácter territorial, sino que su extraterritorialidad también afecta la participación de Cuba en diferentes eventos internacionales, así como el acceso a bases de entrenamiento, intercambios y el desarrollo científico-técnico de nuestros especialistas y profesionales».
Sosa detalló que, en el último lustro, las pérdidas superan los 15 000 000 de dólares. «Tan solo desde agosto de 2021 a febrero de 2022 el impacto estuvo en más de 2 000 000 de dólares. Hablar de cifras siempre es complejo, porque el perjuicio no es totalmente cuantificable, afecta también en el orden sicológico y social», dijo.
Se refirió a las trabas que la genocida política pone al cumplimiento de la responsabilidad de Cuba para «pagar a determinados eventos, estructuras, organismos y federaciones internacionales las cuotas de membresía que nos dan derecho a participar en las actividades internacionales a los que somos convocados. En ese caso debemos erogar más de 120 000 dólares por concepto de pago de afiliaciones a más de 80 federaciones y organismos internacionales, incluso el pago que, como país, tenemos que hacer a la Agencia Mundial Antidopaje».
Reafirmó el deber del Inder para con «el desarrollo de la educación especial y la necesidad de adquirir un grupo de medios para el desarrollo de los deportes para personas con discapacidad; a pesar de las dificultades con el acceso a determinadas tecnologías».
Al respecto, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó en Twitter que «los deportistas cubanos con discapacidad están en desventaja frente al resto del mundo, porque el bloqueo les impide el acceso a implementos y equipamiento deportivos con componentes estadounidenses, y obstaculiza la participación en eventos con sede en EE. UU.».
Sosa señaló, además, las dificultades para intervenir en congresillos y eventos online, realizados desde plataformas a las que Cuba no tiene acceso de forma legal, como Zoom o Microsoft Teams, así como las trabas para conseguir el visado de cara a torneos en Estados Unidos, y los cuantiosos gastos que eso implica.
«No hay un área del deporte cubano que pueda escapar del impacto del bloqueo, no solamente para los entrenadores, los especialistas, para los directivos, sino, fundamentalmente, para nuestros atletas y sus familiares. Cubadeportes, el alto rendimiento, el área de deportes para personas con discapacidad, los aseguramientos, la medicina del deporte, el Laboratorio Antidoping, y todas nuestras federaciones, son afectados por la criminal política estadounidense».
Yadira González, presidenta de la Sociedad Mercantil Cubadeportes S.A, explicó que, «entre las afectaciones más significativas, se encuentran las asociadas con la transacción del dinero que la entidad, como exportadora de los servicios deportivos, realiza a través de sus contratos y de sus negociaciones».
«Hoy es muy difícil traer a Cuba este dinero, lo que eleva las cuentas por cobrar, y que superan los 600 000 dólares, pues los países con los que tenemos contratos no tienen vías bancarias directas con Cuba. Todos esos bancos en los que Estados Unidos tiene acciones, no pueden realizar una transacción directa a Cuba. Nuestro dinero pasa por diferentes bancos corresponsales, y esto eleva los gastos financieros», apuntó.
Por ejemplo, de la base de entrenamiento que Kazajistán realizó el año pasado en Cuba, y de la participación de Haití en un evento futbolístico, celebrado recientemente, el monto fue incautado por la ofac».
Agregó que «es muy complejo adquirir implementos deportivos y poder pagar a los proveedores desde Cuba; al Laboratorio Antidoping de La Habana, servicio que también comercializamos, se le dificulta conseguir sus insumos para hacer sus pruebas, lo que encarece el producto.
Rafael Guerra, presidente de la Federación Cubana de Tiro, añadió como una de las afectaciones más importantes «la estimulación a la deserción de los talentos. Es muy fácil captar a un atleta cuando está en el alto rendimiento, después de haberse formado en nuestras escuelas desde la base».
Señaló que, a pesar de las dificultades para comprar armas y municiones para los entrenamientos, el tiro deportivo se fortalece con una «matrícula de alto rendimiento en todas las provincias; una excelente fuerza técnica formada en la Revolución; un programa de superación que garantiza la preparación de profesores, licenciados y especialistas del deporte; y la solidaridad de otras federaciones y personalidades vinculadas con esta disciplina».
(Fuente; Granma)