Nueva York, 4 de octubre de 2016. En el debate de la Tercera Comisión sobre desarrollo social, la Representante Permanente Alterna de Cuba, Embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal, valoró la erradicación de la pobreza, la promoción del pleno empleo y la integración social como tres pilares para lograr el desarrollo social e insistió en la necesidad de implementar políticas públicas duraderas, incluyentes, que fomenten sus distintos aspectos, tomando en consideración el rol fundamental que juegan los Estados en esta materia, en coordinación con otros actores.
La representante cubana destacó que Cuba avanza hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la fuerza moral de haber cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la satisfacción de haber brindado cooperación a otros países en desarrollo en varios sectores, resultado logrado a pesar de la persistencia del bloqueo impuesto por los EE.UU contra Cuba por más de medio siglo, el cual causa daños y privaciones al pueblo cubano. Manifestó que dicha política de bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país, afecta a otras naciones por su alcance extraterritorial y continúa perjudicando los intereses de los ciudadanos y las compañías estadounidenses.
Tras describir con cifras los progresos de Cuba en la materia, destacando la tasa de mortalidad infantil en Cuba de 4,3 por mil nacidos vivos; la esperanza de vida al nacer de 78 años; la inexistencia de analfabetos y la presencia de un sistema de salud universal, accesible y gratuito para toda la población, junto al hecho que más de dos tercios del presupuesto del Estado se destinan a elevar los niveles de educación, salud, seguridad y asistencia social, cultura, deporte, y a la investigación científica y técnica, entre otros sectores, la diplomática cubana consideró que sólo concediendo la debida prioridad al desarrollo social, como centro de nuestras políticas públicas y asumiendo un firme compromiso con la solidaridad y la cooperación genuina entre todos los países, se podrá lograr que las metas de desarrollo social de la Agenda 2030, alcancen un contenido real y un impacto positivo y concreto en la vida de millones de seres humanos, para quienes una vida digna y el acceso a servicios y oportunidades básicas sigue siendo una quimera. (Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas)