Nueva York, 14 de septiembre de 2017. Durante 2015 y 2016, el gobierno del entonces Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, puso en vigor algunas medidas dirigidas a modificar la aplicación de determinados elementos del bloqueo a Cuba, las cuales tuvieron como escenario el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Sin embargo, han persistido importantes obstáculos para su implementación y se han mantenido en vigor aspectos claves del bloqueo, así como las leyes sobre las cuales se erige esta política.
Todavía hoy persiste la prohibición a los ciudadanos estadounidenses de viajar libremente a Cuba. Se prohíbe la venta a Cuba de productos y servicios estadounidenses que no sean los estipulados exclusivamente para el uso del sector no estatal de la economía.
La autorización para importar bienes y servicios cubanos a Estados Unidos se limita igualmente a los producidos por el sector no estatal, con excepción de productos farmacéuticos y de la biotecnología y excluye bienes y servicios cubanos de reconocido prestigio como el tabaco, el ron, el níquel y los servicios médicos y educacionales.
Si bien en la esfera financiera se autorizó el uso del dólar en las transacciones internacionales de Cuba, en la práctica no se han podido realizar operaciones de importancia en esa moneda, pues persiste el temor de las instituciones financieras y de los propios proveedores estadounidenses de relacionarse con Cuba, debido al riesgo que representa un país sometido a un régimen de sanciones.
Otra importante limitación es la prohibición a instituciones financieras cubanas de abrir cuentas corresponsales en bancos de los Estados Unidos, restricción que impide el establecimiento de relaciones bancarias directas entre ambos países y encarece las pocas operaciones comerciales existentes.
El bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba debe cesar de inmediato y de manera incondicional. Eso es lo que exige la comunidad internacional, en apego a la Carta de la ONU y el Derecho Internacional.
Misión Permanente de Cuba ante la ONU