Nueva York, 15 de diciembre de 2016. ¿Cómo hablar de una cultura de paz cuando la existencia misma de las armas nucleares amenaza no sólo gravemente la paz y seguridad internacionales, sino la supervivencia de la especie humana en el planeta?, interrogó la Representante Permanente Alterna de Cuba, Embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal, al intervenir ante el Plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el debate general del tema “Cultura de Paz”. Así, la Embajadora transmitió el convencimiento de Cuba que para preservar y promover la paz, se hace necesario que las políticas de los Estados se orienten hacia la eliminación de la amenaza de la guerra, particularmente la guerra nuclear, la renuncia al uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la solución de las controversias internacionales por medios pacíficos de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
En este contexto, la diplomática cubana consideró que a pesar del sostenido reclamo internacional para que se logre y fortalezca una cultura de paz, subsisten fenómenos que atentan contra las posibilidades reales de avanzar en este tema. No dejó de reiterar que el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba resultaría una influencia unitaria a favor de la paz y la solución pacífica de los conflictos y las diferencias. Consideró además que el ejercicio manipulado y los dobles raseros en temas como los derechos humanos, con el objetivo de singularizar a países en desarrollo y desacreditar sus gobiernos legítimos, no contribuye al ideal de paz.
Al destacar, en nombre de Cuba, el rol de la educación y los medios de información para fomentar conocimientos que contribuyan al respeto mutuo entre las civilizaciones, reafirmó la Declaración de la CELAC sobre América Latina y el Caribe como una Zona de Paz; la plena vigencia de la Declaración y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz y concluyó reiterando que la paz es un requisito fundamental para la promoción y protección de todos los derechos humanos de todas las personas. (Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas)