La Habana, Cuba. La política hostil de los dos gobiernos de Donald Trump contra Cuba registró niveles sin precedentes, las cuales sobresalieron por su sistematicidad. Todas las esferas de la sociedad, la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos cubanos sufrieron el impacto de este diseño, acentuado en el contexto de la pandemia, cuando se contabilizaron más de 240 medidas que recrudecieron el bloqueo económico, comercial y financiero con el objetivo genocida de asfixiar económicamente al país, subvertir el orden interno, crear una situación de ingobernabilidad y derrocar a la Revolución.
Los cambios regulatorios emitidos por los Departamentos del Comercio y el Tesoro desmontaron disposiciones ya existentes y crearon nuevos instrumentos coercitivos en la esfera del comercio y los negocios. Se reimpuso a Cuba la medida que impide la importación de productos de cualquier país que contengan más de un 10% de componentes estadounidenses. Con el interés de coartar uno de los principales rubros exportables, se prohibió la importación en EE.UU. de ron y tabaco de origen cubano, anuncio que se combinó con una retórica dirigida a desacreditar esos productos.
Tuvo lugar una minuciosa persecución a las operaciones bancario-financieras de Cuba. De las 22 penalizaciones monetarias impuestas por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) a compañías que violaron las leyes del bloqueo, 9 fueron contra entidades de este sector. Se apreció un notable incremento en los reportes de cierre de cuentas bancarias, denegación de transacciones y otros obstáculos que enfrentan representaciones diplomáticas y de negocios en el exterior, como resultado de las presiones de EE.UU. y debido al carácter extraterritorial del bloqueo.
En paralelo a la estrategia contra Venezuela y bajo el pretexto de la supuesta injerencia de Cuba en ese país, se adoptaron medidas contra buques, navieras, compañías aseguradoras y reaseguradoras vinculados al transporte de combustibles. Solo en 2019 fueron penalizadas 53 embarcaciones y 27 compañías. Las presiones contra los gobiernos de registro o bandera de las embarcaciones también fueron notables.
Paralelamente, el sector de los viajes constituyó un blanco de ataque recurrente durante el primer gobierno de Trump. Las alertas de viajes hacia ciudadanos bajo el pretexto de los supuestos incidentes de salud, fueron sucedidas por la prohibición de viajes de cruceros, la suspensión de la sub categoría de viajes educacionales “pueblo a pueblo” y la modificación de dos de las licencias que permitían las visitas de ciudadanos estadounidenses a Cuba. La creación de la Lista de Alojamientos Prohibidos en Cuba, que incluyó 422 hoteles y casas de renta, constituyó un desestímulo adicional a los viajes. Se cancelaron los vuelos regulares y chárter a todo el país, excepto a La Habana, cuyas frecuencias también fueron limitadas. Los efectos de este anuncio alcanzaron tanto a ciudadanos estadounidenses como a las familias cubanas.
Nuevas medidas Administración Trump contra Cuba hasta la fecha:
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, Donald Trump ha puesto en marcha una estrategia de máxima presión contra Cuba, revirtiendo flexibilizaciones previas y reinstaurando sanciones económicas y migratorias. Respaldado por figuras clave como Marco Rubio, el nuevo enfoque de Washington busca cortar las fuentes de financiamiento y recrudecer el genocidio. Bajo este marco, la administración ha implementado nuevas medidas:
1. Reinclusión en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.
Los informes del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos, Libertad Religiosa, Trata de Personas y Terrorismo reforzaron la retórica contra Cuba y el descrédito en estos ámbitos. La inclusión en listados arbitrarios y unilaterales persiguió el mismo objetivo de demonizar y satisfacer las demandas de los sectores anticubanos. La designación de Cuba como Estado supuestamente patrocinador del terrorismo representó el punto culminante en el empeño de impedir cualquier proceso de avance y eventual mejora de las relaciones bilaterales.
El mismo 20 de enero de 2025, pocas horas después de asumir la presidencia, Donald Trump revocó la decisión de la administración anterior y volvió a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Esta medida implica sanciones financieras adicionales, restricciones a las transacciones internacionales y un mayor aislamiento en el sistema bancario global. Esto dificulta aún más la capacidad del gobierno cubano de acceder a créditos, establecer relaciones comerciales y recibir financiamiento desde el exterior, lo que afecta la ya debilitada economía de la isla.
2. Actualización de la lista de entidades cubanas restringidas.
La creación de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas por el Departamento de Estado, con las cuales personas sujetas a la jurisdicción estadounidense tienen prohibido realizar transacciones financieras directas, persiguió obstaculizar el comercio exterior y la exportación de bienes y servicios. Suman 231 las empresas incluidas en el listado. Destacó la decisión de no renovar la licencia de operaciones en Cuba de la compañía hotelera Marriot International, con el fin de sembrar un clima de incertidumbre en la comunidad de negocios.
Las afectaciones para la actividad del sistema empresarial y las operaciones comerciales del país fueron considerables, en tanto contrapartes extranjeras en ocasiones interpretaron que no podían relacionarse con Cuba o seguir operando con entidades sujetas a medidas coercitivas.
3. Activación de la sección del Título III Ley Helms-Burton que permite hacer demandas a cubanos que fueron propietarios en Cuba antes de 1959.
La decisión de permitir demandas en los tribunales estadounidenses al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton fue una acción sin precedentes, tras 23 años de sucesivas suspensiones de esta posibilidad. Ello ha tenido un impacto indiscutible en las perspectivas de atracción de inversión extranjera, pues constituye un desestímulo que se suma a las trabas ya existentes debido al marco regulatorio del bloqueo. Hasta el momento suman 28 los procesos legales iniciados en cortes de EE.UU. en virtud de la Ley.
4. Suspensión de licencias para transacciones con la empresa que recibe las remesas.
El 31 de enero de 2025, Trump restableció sanciones a Orbit S.A., una empresa que gestionaba las remesas que llegan desde el exterior. Esta medida prohíbe a compañías estadounidenses, como Western Union, realizar transacciones con Orbit S.A., decisión que impacta en la población cubana para recibir ayuda económica de sus familiares en el exterior. La decisión de limitar el monto de las remesas a 1000 USD por trimestre, la suspensión de las remesas no familiares y la prohibición de envíos desde terceros países a través de Western Union, impusieron mayores dificultades a los ingresos de muchos cubanos. La imposibilidad de tramitar remesas mediante las empresas Fincimex y AIS eliminó los principales canales formales para efectuar esos envíos.
5. Suspensión del programa parole humanitario y los procesos de reunificación familiar a quienes fueron admitidos en EEUU.
El 20 de enero de 2025, Trump firmó una orden ejecutiva que eliminó el programa de “parole humanitario”, que permitía la entrada legal a Estados Unidos con permisos de residencia temporales para ciudadanos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití. Con esta eliminación, más de medio millón de personas que ya habían sido aprobadas o estaban en proceso de solicitud se han quedado sin opciones legales inmediatas para emigrar. Aquellos que ya se encontraban en EE.UU. con este estatus deberán buscar otras vías para regularizar su situación, como la Ley de Ajuste Cubano en el caso de los cubanos.
6. Suspensión de otorgamientos de visas para intercambios culturales, deportivos, académicos, científicos, etc.
Fueron rechazados decenas de pasaportes cubanos y se interrumpió el otorgamiento de visas que habían sido gestionadas por dependencias del Estado cubano, como por ejemplo para deportistas que debían llegar a un torneo de baloncesto, decisión que afecta directamente intercambios bilaterales que estaban teniendo lugar en áreas de interés y beneficio mutuo para los pueblos de Cuba y Estados Unidos, como la cultura, la salud, la educación, la ciencia y el deporte.
7. Restricción y suspensión de visas a personas vinculadas a programas de cooperación internacional de Cuba, en particular programas vinculados a la salud.
En el marco de la campaña de descrédito a la cooperación médica internacional de Cuba, EE.UU. impulsa el fin de los convenios con varios países del área e incrementó las presiones hacia organizaciones multilaterales y terceros países. Además del innegable costo humano de estas acciones, pues pretende desvirtuar la generosa cooperación humanitaria, se suma el impacto económico al evitar el acceso a los ingresos por la exportación de servicios profesionales.
8. Envío de inmigrantes ilegales a la Base Naval de Guantánamo.
El gobierno de Trump comenzó a utilizar la Base Naval de Guantánamo, ubicada en ese territorio que posee ilegalmente desde su ocupación militar de la isla en 1898 e impuesta a través de la llamada Enmienda Platt en 1902, como centro de detención temporal de hasta 30,000 inmigrantes considerados de "alto riesgo" por las autoridades estadounidenses. Esta medida ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, ya que revive políticas de detención masiva y podría afectar también a cubanos que intenten llegar a EE.UU. por vías irregulares. La inclusión de Guantánamo en la política migratoria represiva ha sido denunciada por el Gobierno cubano. (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)