Palabras del embajador de Cuba en China, Carlos Miguel Pereira Hernández, en la actividad por el 62 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Cuba y China

Estimado Qiu Xiaoqi, Representante Especial del Gobierno chino para América Latina y el Caribe de la Cancillería

Estimados directivos de instituciones partidistas, gubernamentales, juveniles, de solidaridad con Cuba, representantes del sector cultural, académico, empresarios, organizaciones no gubernamentales y la Asociación de Cubanos Residentes.

Estimados Embajadores y representantes del cuerpo diplomático latinoamericano y caribeñas, así como de otros países amigos de Cuba presentes,

En vísperas de conmemorarse el aniversario 62 del establecimiento de relaciones diplomáticas, les agradezco a todos por acompañarnos en esta velada, en la que celebraremos la amistad entrañable entre un país pequeño y uno grande como China, cuya población es alrededor de 120 veces mayor y cuyo territorio es casi 100 veces el nuestro, muy distantes geográficamente, pero al mismo tiempo muy cercanos sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo.

Para el más universal de todos los cubanos, José Martí, la palabra más bella es Patria y la otra, casi tan bella como Patria, es amistad. Cuba y China han tenido similares experiencias históricas. Ambos nos hemos enfrentado a invasores; a humillantes ocupaciones extranjeras y a la imposición de tratados desiguales o enmiendas leoninas. Fue necesaria la fundación de la República Popular China en 1949 y diez años más tarde el triunfo de la Revolución cubana para que ambos pudiéramos reconocernos soberanamente y establecer relaciones diplomáticas oficiales.

Como hemos señalado muchas veces, aquella justa decisión nació de la voluntad política y popular que han acompañado nuestras relaciones a lo largo de estos 62 años. La naciente Revolución cubana rompió definitivamente con la Doctrina Monroe y la ciega obediencia a Washington, permitiendo que Cuba se convirtiera en el primer país de todo el hemisferio occidental en establecer lazos con la Nueva China. Nos honra haber realizado esa modesta contribución como una de las primeras manifestaciones de independencia de nuestra política exterior.

A lo largo de más de seis décadas, nuestros países han tenido que afrontar similares desafíos: agresiones de todo tipo, bloqueos, aviesas campañas de descrédito, subversión e intentos de aislamiento. Ambos compartimos la construcción del socialismo como la vía para alcanzar esa sociedad más justa, donde la dignidad plena del hombre sea el centro del sistema de desarrollo socioeconómico.

En estos años de vínculos ininterrumpidos, nuestros países han construido relaciones paradigmáticas sobre la base de una sólida amistad, probada solidaridad, igualdad y respeto mutuo.  En los últimos dos años, aún en medio de la pandemia, nuestros vínculos continuaron creciendo, fortaleciéndose el diálogo al más alto nivel, los cuales han proporcionado una hoja de ruta clara para el desarrollo de nuestros vínculos y han permitido alcanzar nuevos consensos.

El diálogo interpartidista ha fortalecido la comunicación estratégica bilateral y constituye sin dudas, un elemento medular en los logros alcanzados. Aprovechamos la ocasión para saludar y ratificar nuestros deseos de éxitos ante la próxima celebración del venidero XX Congreso del PCCh.

Cuba y China han asumido como propios los éxitos respectivos y se han apoyado mutuamente frente a las adversidades. Bajo estos duros años de enfrentamiento a la Covid-19, la solidaridad mutua ha sido premisa fundamental para sortear los efectos de la pandemia. Ambos hemos priorizado tanto la salud y la vida de nuestros pueblos, como la cooperación con la comunidad internacional. En días recientes hemos estado entre los primeros en expresar nuestras respectivas condolencias. En Cuba, en ocasión de los trágicos siniestros del Hotel Saratoga y el depósito de petróleo de la Terminal de Supertanqueros de Matanzas. En China, la ocurrencia del accidente aéreo en la región autónoma de Guangxi y   un nuevo sismo en la provincia de Sichuan.

Las relaciones bilaterales han tenido un crecimiento multidimensional, incluyendo el desarrollo integral de nuestros vínculos económicos, comerciales y financieros. La complementariedad de nuestras economías y el excelente entorno político en que se desarrollan nuestros vínculos, confirman las enormes potencialidades por aprovechar aún en este ámbito.

Cuba y China seguirán siendo camaradas en la defensa de las causas justas y la consecución de un orden internacional más equitativo, democrático y humanista. Continuaremos rechazando y condenando el hegemonismo, el unilateralismo, los bloqueos, el proteccionismo, las políticas de fuerza, el doble rasero en la lucha contra el terrorismo; las campañas políticamente motivadas; las acusaciones infundadas; la estigmatización, con un claro enfoque xenófobo y discriminatorio; y la imposición de un modelo único en el mundo. Jamás permitiremos que los principios del Derecho Internacional se conviertan en piezas de museo, ni que se ignore a las Naciones Unidas.

Por eso un día como hoy seguimos siendo consecuentes con las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro: “Respétese a los pueblos! ¡Respétese su integridad territorial! No es esta una época de desintegrar países, cuando muchos pueblos, separados por fronteras, por banderas y por himnos, luchan por la integración”.

Agradecemos también a China por acompañarnos firmemente en nuestra batalla por el levantamiento inmediato del bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace más de 60 años, que continúa impactando hoy, como nunca, a las familias cubanas dentro y fuera del país, y también ante los renovados y permanentes intentos del gobierno de ese país para desestabilizar la sociedad y la Revolución cubana. Tras más de 60 años de asedio, Cuba tiene todo el derecho a vivir sin bloqueo.

Al conmemorar hoy estos 62 años, que simbolizan además el inicio de los vínculos de China con América Latina y el Caribe, nos anima la profunda convicción de que el apoyo incondicional y recíproco, la coincidencia de los principios e ideales que defendemos, la confianza política y la adhesión al socialismo como única vía para construir un futuro mejor, continuarán caracterizando los históricos lazos de hermandad y cooperación que nos unen. 

¡Viva la amistad entre Cuba y China!

Muchas gracias

(Cubaminrex-EmbaCubaChina)

 

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