París, 19 de septiembre En la mañana de hoy inició la 29 Sesión Ordinaria del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO (CIB), la Sesión Conjunta del CIB y el Comité Intergubernamental de Bioética y a la 12ª Sesión Extraordinaria de la Comisión de Ética de la Ciencia y la Tecnología (COMEST).
El profesor cubano y miembro del CIB, Dr. José Ramón Acosta Sariego, participa en estas sesiones que tiene entre sus principales temas de la agenda el análisis de los informes elaborados por estos órganos durante el período 2020-2021 y la revisión de las copias de trabajo de los informes correspondientes a 2022: “Lecciones aprendidas desde la pandemia COVID-19” y “El principio de solidaridad y cooperación”.
Durante los debates, el Dr. Acosta subrayó la importancia de la solidaridad crítica como vía para lograr la sostenibilidad de los efectos de la ayuda que se ofrece. “Significa responder a las necesidades identificadas por el receptor y no a las expectativas de quien presta la ayuda. La verdadera acción solidaria es la que va dirigida a romper la relación de dependencia entre quien la ofrece y quien la recibe de lo contrario solo serviría para ocultar un tipo de ejercicio de poder y subordinación”, expresó.
Igualmente, destacó que esta ha sido la visión y enfoque de la solidaridad que Cuba ha prestado a lo largo de más de 6 décadas, principalmente en países de América Latina y el Caribe, África y Asia en los que ha contribuido no solo con el envío de ayuda sino en la formación y desarrollo de capacidades.
“Para que las acciones de solidaridad sean sostenibles en el tiempo y contribuyan a la solución de las necesidades identificadas en el campo del conocimiento y la transferencia tecnológica es imprescindible el desarrollo del talento humano local. Toda operación de solidaridad dirigida al campo científico y tecnológico requiere de acciones educativas a largo plazo que creen un espacio cultural propicio para la asimilación e incluso ulterior producción autóctona de conocimientos y aplicaciones prácticas de los mismos”, aseguró el profesor cubano.
Al finalizar su intervención, enfatizó que trascender el acto solidario de ayuda hacia la cooperación mutuamente ventajosa sería el mejor resultado posible en el camino de mitigar las inequidades y la brecha establecida en el acceso al conocimiento científico y tecnológico.
El Dr. José Ramón Acosta forma parte actualmente de los 36 expertos independientes nombrados por la Directora General de la UNESCO, que integran el CIB creado en 1993.
A través de sus sesiones y grupos de trabajo, el Comité produce asesoramiento y recomendaciones sobre temas específicos en las ciencias de la vida y sus aplicaciones que se adoptan por consenso y se difunden ampliamente y se presentan a la Directora General para su transmisión a los Estados Miembros, el Consejo Ejecutivo y la Conferencia General.
Las sesiones del CIB, el CIGB y la COMEST se extenderán hasta el 23 de septiembre en la sede de la UNESCO en París.
Misión Permanente de Cuba ante la UNESCO