La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G77 y China sobre “Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación” tuvo resultados sumamente positivos. Fue un gran éxito.
Asistieron más de 1300 participantes de 116 países y de 12 organizaciones, agencias y programas del sistema de las Naciones Unidas.
La Habana dio la bienvenida a representantes de alto nivel de los 33 países de América Latina y el Caribe, 46 países de África, 34 naciones de Asia y 3 de Europa.
Se acreditaron un total de 31 jefes de Estado y de Gobierno, 12 vicepresidentes, una gran cantidad de ministros de diferentes carteras y muchos otros altos dignatarios.
El G77 no se reunía a alto nivel desde hace mucho tiempo. Ya habían transcurrido 23 años desde la histórica Primera Cumbre Sur en La Habana y 18 años desde la II Cumbre Sur en Qatar.
Los resultados de la Cumbre demuestran que era un evento necesario e impostergable.
Fue una Cumbre austera, sin lujos, ni derroches de ningún tipo. Se organizó con recursos mínimos debido a las serias limitaciones financieras y materiales por las que atraviesa nuestro país, en un contexto de bloqueo recrudecido a niveles sin precedentes. A pesar de ello, fue una cita muy productiva.
Fue un evento transparente. El debate se transmitió en tiempo real. Nuestro pueblo, los medios de comunicación y, a través de ellos, otros países pudieron seguir los intercambios. Este nivel de trasparencia lamentablemente es cada vez menos frecuente en los eventos internacionales de alto nivel.
Tuvo lugar un debate profundo, sustantivo, serio y orientado a la acción, en el que se inscribieron más de 100 jefes de delegación.
Se discutieron de manera realista los desafíos que enfrentan las naciones del Sur, y las vías de solución a las nefastas consecuencias del injusto orden económico internacional actual.
Se registró preocupación generalizada por los efectos de la crisis multidimensional global: el aumento de la pobreza, el incremento del número de hambrientos, los precios disparados por la galopante inflación, los desastres climáticos cada vez más frecuentes.
El propio Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres lo afirmó con toda claridad en su intervención: “El mundo le está fallando a los países en desarrollo”.
En esta cita en La Habana los miembros del G77 dejaron claro que el Grupo no se quedará con los brazos cruzados ante la grave situación actual.
No fue una Cumbre diplomática, ni protocolar más, fue una cita para la acción práctica y una plataforma para impulsar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Cumbre igualmente será un importante estímulo a la ampliación de la cooperación Sur-Sur.
La reunión fue enfática en la necesidad de una reforma urgente y profunda de la arquitectura financiera internacional, que permita a las naciones del Sur el acceso equitativo a las finanzas necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Fue enérgica la condena a las medidas coercitivas unilaterales que se aplican contra varios miembros del grupo.
Los miembros del grupo se comprometieron a incrementar los esfuerzos para demandar la eliminación de esas medidas, contrarias al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Numerosas delegaciones rechazaron contundentemente el bloqueo impuesto por los Estados Unidos contra Cuba y demandaron excluir a nuestro país de la espuria Lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Cuba agradece estos valiosos pronunciamientos.
La Declaración Final aprobada refleja los principales temas abordados y las acciones prácticas acordadas. Es una guía para la acción del G77 y China.
La Declaración incluye acciones prácticas, entre las cuales se encuentran:
- Retomar el trabajo del Consorcio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sur (COSTIS), con el objetivo de promover proyectos conjuntos y propiciar encadenamientos productivos que reduzcan la dependencia a los mercados occidentales.
- Los Ministros y Altas Autoridades de Ciencia, Tecnología e Innovación del G77 se reunirán periódicamente, según proceda, para realizar un balance del papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en las agendas de desarrollo aprobadas en las Naciones Unidas y fortalecer la cooperación Sur-Sur en estas esferas.
- Se insta a las Comisiones, Organismos, Fondos y Programas de las Naciones Unidas, en particular el PNUD, la UNESCO, la UNCTAD, la ONUDI y la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, en el marco de sus respectivos mandatos, a realizar esfuerzos adicionales para apoyar a los países en desarrollo en el fortalecimiento de los marcos institucionales y las políticas públicas relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación.
- Se solicitará al Presidente de la Asamblea General que convoque en 2025 una Reunión de Alto Nivel sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, centrada en particular en las medidas que deben adoptarse para atender las necesidades de los países en desarrollo en estos ámbitos.
- Se declara el 16 de septiembre como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.
- Se promoverán proyectos y programas de cooperación triangular destinados a mejorar el acceso de los países en desarrollo a más y mejores recursos para la implementación de iniciativas técnicas y científicas.
- Se pondrán en marcha iniciativas a todos los niveles para el desarrollo de los recursos humanos en estos ámbitos. Formular estrategias encaminadas a combatir la fuga de cerebros de recursos humanos especializados formados en los países del Sur.
- Se alienta la incorporación de pruebas científicas en los procesos de formulación de políticas.
El Grupo salió de la Cumbre más unido, más fortalecido y por tanto en mejores condiciones para reforzar su posición como actor de relevancia en las discusiones internacionales.
Podemos afirmar que fue una Cumbre estratégica. El G77 logró articular posiciones en un momento clave, justo antes de que se iniciara el Segmento de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que está teniendo lugar del 19 al 26 de septiembre, en Nueva York.
Cuba está participando en esas discusiones en la ONU representando las posiciones e intereses de las 134 naciones que integran el G77 e informará sobre los resultados de esta cita. El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabeza la delegación cubana.
La Cumbre de La Habana allana también el camino hacia la Tercera Cumbre Sur en Kampala, Uganda.
Estuvimos, estamos y estaremos del lado correcto de la historia.
Nuestra membresía y Presidencia del G77 confirman que nuestras aspiraciones y reclamos son comunes, y que nuestro destino y futuro están estrechamente ligados.
Los países del Sur queremos cambiar el actual orden internacional para construir nuestros propios modelos de desarrollo en armonía con la naturaleza y para el bienestar de todos.
Esta cita nos permitió también aprender de otros. Nos abre más puertas en el mundo. Nos deja más intercambios y conocimientos. Nos deja la certeza de que no estamos ni estaremos solo.
Esta cita confirmó la solidaridad, admiración, respeto y cariño que profesa la comunidad internacional hacia Cuba, que reconoce su resiliencia e inventiva frente al cerco del bloqueo criminal.
Fueron numerosas las muestras de agradecimiento al pueblo cubano por su hospitalidad, a Cuba por su liderazgo y la acertada conducción de la presidencia del G77, así como por la vocación solidaria y humanista de la Revolución.
Apreciamos profundamente esas expresiones de apoyo a Cuba.
(CubaMinrex-EmbaCubaChina)