Moa, Holguín.—El poblado de Yamanigüey, en los límites con los territorios de Guantánamo, sufrió los embates del huracán Matthew en la madrugada de este miércoles, según constató Granma.
Cuando aún se verificaban los daños, Roylán Pérez Cabañas, presidente de la zona de defensa donde está enclavado el asentamiento, dijo que la embestida del fenómeno natural no fue una sorpresa, porque allí siguieron su trayectoria y se habían aplicado con antelación las medidas preventivas.
«Lo más importante es que no lamentamos pérdidas humanas, porque la población fue protegida a tiempo», explicó.
A causa de los fuertes vientos —que según las personas que permanecieron allí custodiando los bienes, se intensificaron a partir de las dos de la madrugada— sufrieron severos daños en la cubierta la escuela, la panadería y varias viviendas.
Entre otros estragos de consideración, se encuentran el derrumbe total del puesto de tropas guardafronteras instalado allí, y la destrucción de tres embarcaciones particulares.
Darilys Terrero Laffita, directora de la escuela Águedo Morales Reyna, que posee una matrícula de 105 niños de preescolar a sexto grado, precisó que los daños al inmueble no impedirán el desarrollo del curso escolar, porque varias casas de vecinos se acondicionarán como aulas, mientras dure el periodo de reparación del centro docente.
Asimismo, significó que los 20 maestros del plantel están en plena disposición de actuar según lo descrito. De igual modo, precisó que los principales medios docentes y libros de alumnos fueron resguardados a tiempo en sitios seguros.
Para Yalit Rodríguez Durán, administrador de la panadería, este golpe proporcionado por Matthew es fuerte, pero el colectivo sabrá recuperarse, igual que sucedió durante el huracán Ike, que también los afectó severamente.
La gente de este pueblo sabe enfrentar las adversidades, porque tiene voluntad para ello, y cuenta con el apoyo de las autoridades políticas y gubernamentales, expresó.
En los cercanos asentamientos de Cayo Grande, Cañete y Cupey, también hubo afectaciones en instalaciones sociales, entre ellos una bodega, una escuela, y un consultorio médico de la familia, así como en viviendas, esencialmente en las cubiertas.
El acceso a Yamanigüey fue posible por el trabajo de desobstaculización de la vía, tarea a cargo de una brigada perteneciente a una formación especial forestal equipada con motosierras y otros recursos.
En esa misión también participaron fuerzas y equipos de las empresas del níquel de este territorio, que ya comienza a colaborar intensamente en la fase de recuperación.
La apertura de esa ruta, se considera cuestión de primer orden porque a través de ella transitarán las fuerzas y recursos que se enviarán desde Holguín, para socorrer a la golpeada ciudad de Baracoa en la vecina provincia de Guantánamo.