2023: un año de lucha y de esperanzas.
Después de varios trimestres consecutivos de contracción económica y la caída en 2020, de casi el 11 %; de la pandemia de la COVID-19 y los desafíos que impuso; de la inflación y su impacto palpable en la capacidad de compra del salario de los cubanos; de las ineficiencias propias y la crisis económica internacional; que ahora se estime para el cierre de este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al 2 %, alienta y da señales de la ruta trazada.