La vacunación pediátrica en Cuba permitió que luego de la campaña no falleciera ningún niño por la COVID-19 en la Isla. Con antelación a ella, lamentablemente 18 infantes (entre dos y 18 años) perdieron la vida como consecuencia de esa terrible enfermedad. Es este el resultado más relevante de la vacuna cubana Soberana, inmunógeno del Instituto Finlay de Vacunas.
Precisamente, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí presentó este martes al Presidente de la República el cierre de la evaluación de la efectividad e impacto de la vacunación pediátrica contra la COVID-19 en el país.
Según la doctora del IPK, María Eugenia Toledo Romaní, investigadora principal de Soberana, luego de un riguroso estudio pudo determinarse que la efectividad de la vacuna en la prevención de la enfermedad sintomática COVID-19 en niños de dos a cinco años, durante la ola de Ómicron en Cuba, fue de un 90,1 %.