Era el 15 de enero de 1960 y Fidel se disponía a hablar en la Academia de Ciencias, como parte de un acto por los 20 años de la Sociedad Espeleológica de Cuba. El discurso, hoy disponible en numerosos sitios digitales, versó sobre muchos temas, como era habitual en las intervenciones del entonces Primer Ministro: la labor científica del capitán Antonio Núñez Jiménez, la transformación de la Ciénaga de Zapata, la importancia de impulsar cambios en el sistema educacional, la necesidad de que los niños campesinos tuvieran oportunidades de superación y crecimiento académico.