La Ley Helms-Burton persigue derrocar a la Revolución mediante la asfixia económica.
«La Ley Helms-Burton se erige hoy como el instrumento fundamental para el Gobierno de la Casa Blanca contra nuestro país, y constituye el principal obstáculo que impide una relación normal entre ambas naciones», expresó Carlos Fernández de Cossío, director general de la Dirección de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba