Señor Presidente:
Agradecemos a los panelistas por su presentación sobre este importante tema.
Los discretos avances logrados desde la adopción de la Convención y la realización de la Conferencia de Beijing, no han sido homogéneos a nivel mundial, y se ven afectados por la profundización de los desbalances de poder y desigualdades por motivos de género, además de una ola fundamentalista y retrógrada que amenaza con hacer desaparecer derechos ya conquistados en muchas regiones.
Las mujeres son desproporcionalmente afectadas por la pobreza, el analfabetismo, la violencia, y en todo el mundo y a todos los niveles tienen menor representación en puestos de toma de decisiones. Esta situación no es ajena a ninguna cultura, sistema socioeconómico, o niveles de desarrollo.
La violencia y discriminación contra la mujer, en todas sus formas y manifestaciones debe ser combatida y condenada.
Sr. Presidente:
Mi país se enorgullece de mostrar resultados tangibles en el avance y empoderamiento de las mujeres y niñas, que son obra y resultado directo de la Revolución Cubana.
Las mujeres cubanas perciben igual salario que los hombres por igual trabajo, y tienen derecho, entre otros, a la licencia de maternidad retribuida antes del parto y hasta que el bebé cumpla un año. Esta licencia puede ser compartida por los padres, e incluso abuelos.
Las mujeres cubanas tienen mayor representación que los hombres en los sectores académico, educacional y científico, y están altamente representadas en todas las esferas del Gobierno, el Estado y la judicatura.
El parlamento cubano es el segundo del mundo con mayor presencia de mujeres: más de la mitad.
La Constitución de nuestra República ratifica explícitamente el principio de igualdad y no discriminación, y prevé, entre otros, los derechos sexuales y reproductivos, y la protección contra la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y espacios.
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Muchas gracias.