El bloqueo continúa siendo una política absurda, obsoleta, ilegal y moralmente insostenible, que no ha cumplido ni cumplirá el propósito de doblegar la decisión patriótica del pueblo cubano de preservar su soberanía e independencia. Cuba continuará trabajando soberanamente y sin descanso en la profundización de los objetivos de justicia, equidad y solidaridad que sustentan el modelo cubano.
La continua aplicación de la Ley Helms-Burton por parte del gobierno de los EE.UU. constituye una muestra indiscutible de su escalada agresiva contra Cuba. El objetivo de esta normativa es perjudicar la economía del país y, con ello, derrocar la Revolución Cubana.
Distinguidos Embajadores y demás invitados:
Acogemos con satisfacción la decisión de la Asamblea General de declarar el 24 de abril como el “Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz”. Sirva entonces esta celebración para promover un mensaje de paz, de solidaridad, de amistad y las relaciones fraternas entre nuestros Estados.
La Asamblea General es el órgano principal de las Naciones Unidas. En ella están representados todos los Estados miembros, cada uno con derecho al voto sobre cuestiones importantes, como son la paz y seguridad, ingreso de nuevos miembros y cuestiones presupuestarias. Estas se deciden por mayoría de dos tercios. Las demás, por mayoría simple. Luego veremos por qué menciono este detalle.
Congresistas peruanos de todas las tendencias rechazaron hoy el bloqueo a Cuba y pidieron que su gobierno ratifique en la Asamblea General de Naciones Unidas el apoyo histórico de este país a la resolución que demanda el fin de esa política.
En una declaración presentada en el parlamento, 52 legisladores de las seis bancadas de izquierda, centro y derecha y hasta los llamados no agrupados por no pertenecer a ninguna de las primeras, hicieron el pedido después que el presidente, Martín Vizcarra, confirmó el voto peruano por la resolución.
Es verdaderamente lamentable que el Gobierno de los Estados Unidos, cuando agrede a nuestro país, asuma una pose de solidaridad con el pueblo que bloquea y al que daña, y que supuestamente pretenda reconocer su derecho a la libre determinación que constantemente conculca.
Cuba tiene una política exterior de principios, históricamente fundamentada, sólida y que obedece al mandato, a la voluntad de nuestro pueblo, que nuestra diplomacia se honra en representar.
Lamentamos que el gobierno de los Estados Unidos avance en un curso de confrontación con Cuba, que tendrá la respuesta que las circunstancias demanden dentro de la tradición patriótica y de defensa de la independencia de nuestro país.