71 AGNU: Cuba ante la Segunda Comisión en el tema: “Las tecnologías de la información y las comunicaciones para el desarrollo”.

Sr. Presidente:

Agradecemos el informe presentado por el Secretario General A/71/67 titulado,  “Progresos realizados en la aplicación y el seguimiento de los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información a nivel regional e internacional”.

Como se refleja en el Informe se ha constatado la evolución en materia de conectividad, innovación y acceso a las TIC desde la celebración de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, en particular el rápido crecimiento de la banda ancha fija e inalámbrica. No obstante, pese a esos logros, existe  preocupación acerca de las brechas digitales que existen dentro de los países y entre estos.

Según datos del Informe sobre Medición de la Sociedad de la Información 2015 publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la proporción de la población mundial que cuenta con cobertura de telefonía móvil supera actualmente el 95%. Asimismo, el número de abonados a la telefonía móvil celular aumentó de 2.200 millones a 7.100 millones desde 2005, y el de abonados a servicios de banda ancha móvil, de 800.000 a 3.500 millones desde 2010.

Sin embargo, los países en desarrollo, y en especial los países menos adelantados, donde solo tiene acceso a Internet el 6,7% de los hogares, van muy a la zaga de los países desarrollados, donde goza de acceso el 81,3% de los hogares. En muchos países, las brechas digitales entre las zonas urbanas y las rurales son considerables, y solo el 29% de la población rural mundial tiene cobertura de redes de tercera generación, frente al 89% de la población urbana.

Sr. Presidente:

Cuba sostiene que la tecnología no es neutral, responde siempre a los intereses de quienes la poseen y la aplican. Esta es una las explicaciones de por qué la extensión de las TIC por el mundo, con un enorme potencial de beneficio, paradójicamente ha contribuido con la brecha digital a acentuar la brecha socioeconómica entre ricos y pobres, entre poseedores y desposeídos, entre explotadores y explotados. Cuba ha defendido siempre el concepto de que el uso masivo de las TIC no es un fin sino una herramienta poderosa para lograr el desarrollo económico y social,  erradicar la pobreza, el analfabetismo y la exclusión social.

Por tanto, existe una apremiante necesidad de continuar luchando para eliminar los obstáculos con que se enfrentan los países en desarrollo para acceder a las mismas, como la insuficiencia de recursos, infraestructura, educación, capacidad, inversión y conectividad, así como los relacionados con la seguridad, propiedad intelectual y la transferencia de tecnología.

La falta de voluntad política de un número importante de países desarrollados y su decisión de proteger los injustos fundamentos del orden económico internacional vigente, son factores determinantes en la falta de progreso de una Sociedad Mundial de la Información Justa, Equitativa y Solidaria.

El establecimiento de un Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones es una necesidad impostergable para que los países en desarrollo y amplios sectores sociales en los propios países industrializados puedan enfrentar con éxito los planes de dominación política y cultural diseñados en los principales centros de poder del capital transnacional.

Es necesario continuar los esfuerzos para lograr la materialización de los compromisos acordados en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y su vinculación con la Agenda para el Desarrollo 2030. Para construir una Sociedad de la Información y el Conocimiento es imprescindible un sistema que propicie la justicia, la equidad y la inclusión social.

Sr. Presidente:

El uso de las TIC con fines inapropiados tiene el potencial de poner en peligro la paz y la seguridad internacionales.

Cuba expresa su gran preocupación por el empleo encubierto e ilegal, por individuos, organizaciones y Estados, de los sistemas informáticos de otras naciones para agredir a terceros países, por sus potencialidades para provocar conflictos internacionales.

 

Reiteramos nuestro llamado a poner fin a la utilización de tecnologías de la información y las comunicaciones, incluidas las redes sociales, en contravención del derecho internacional y en detrimento del bienestar en  cualquier Estado.

La utilización de esas tecnologías debe ser plenamente compatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, en particular los principios de soberanía, no injerencia en los asuntos internos y las normas internacionalmente reconocidas de la coexistencia civil entre los Estados

El único camino para prevenir y enfrentar estas novedosas amenazas y evitar que el ciberespacio se convierta en un teatro de operaciones militares es la cooperación mancomunada entre todos los Estados.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha proclamado a América Latina y el Caribe como zona de paz, para fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre las naciones, y ha reconocido la importancia de las TIC, incluido Internet, como herramientas para fomentar la paz, el bienestar, el conocimiento, y el desarrollo humano.

Sr. Presidente:

Cuba trabaja en desarrollar la informatización de la sociedad y extender el Internet al servicio de todos, facilitando una inserción efectiva y auténtica de los cubanos en ese espacio, dando prioridad a su uso en la educación, la salud, la ciencia y la cultura, y como medio para incrementar la productividad y el crecimiento económico.

Todos estos esfuerzos se han llevado a cabo bajo el obstáculo del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba por más de medio siglo. En el sector de las comunicaciones y la informática, incluidas las telecomunicaciones, se registraron durante el 2015 afectaciones que ascienden a 59 millones 208  mil 700 dólares.

Sr. Presidente:

La Declaración de principios de Ginebra reconoció que la construcción de una Sociedad de la Información requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación entre los gobiernos y demás partes interesadas.

En ese empeño la comunidad internacional podrá contar siempre con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.

Muchas gracias