71 AGNU: Cuba ante la Tercera Comisión en debate sobre desarrollo social.

Sra. Presidenta:

Cuba se adhiere a la declaración de la República Dominicana a nombre de la CELAC.

Mi delegación agradece al Secretario General y a la Directora General de la UNESCO por sus informes bajos los temas a) y b), respectivamente.

Entre las razones que motivaron la creación de las Naciones Unidas se encuentra la necesidad de promover el progreso social y elevar el nivel de vida, tan noble objetivo sigue siendo hoy una quimera cuando 793 millones de personas no saben leer ni escribir; 74.5 millones de jóvenes están desempleados; 250 millones de niños en edad escolar no están adquiriendo los conocimientos básicos de lectura y matemáticas y 17 mil niños mueren cada día de enfermedades curables.

La erradicación de la pobreza, la promoción del pleno empleo y la integración social son tres pilares para lograr el desarrollo social.

Mi delegación reconoce los avances logrados en la reducción de la pobreza, sin embargo, estos han sido dispares y las desigualdades sociales y económicas persisten y, en muchos casos, han empeorado.

El orden económico y político internacional continúa siendo profundamente injusto e insostenible y hace de la desigualdad su esencia. Los países del Sur continuamos padeciendo sus efectos,  que excluye nuestros intereses legítimos y sus consecuencias sociales y políticas se sienten en todos los continentes. Como resultado de este orden  inmoral e inhumano 836 millones de personas viven en la pobreza extrema, 795 millones de personas padecen hambre crónica,  18 mil niños mueren diariamente a causa de la pobreza, entre otras aterradoras cifras. Los compromisos asumidos en la Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague  y en la Agenda 2030 resultarán un sueño si persiste el orden económico y político actual.

Es impactante que ante la falta de cumplimiento de los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo, de recursos financieros nuevos, predecibles y suficientes para promover una genuina cooperación internacional, sin condicionamientos políticos de ningún tipo y claramente orientada a abordar los graves problemas que enfrenta la humanidad, el mundo invierta en gastos militares 1.7 mil millones de dólares anuales.

Mi delegación insiste en la necesidad de implementar políticas públicas duraderas, incluyentes, que fomenten los distintos aspectos del desarrollo social, tomando en consideración el rol fundamental que juegan los Estados en esta materia, en coordinación con otros actores. Debemos impulsar políticas que favorezcan el desarrollo sostenible de nuestras naciones.

Sra. Presidenta:

Cuba avanza hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la fuerza moral de haber cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la satisfacción de haber brindado cooperación a otros países en desarrollo en varios sectores, esto lo que continuaremos haciendo en la medida de nuestras modestas posibilidades.

Este resultado se ha logrado a pesar de la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba impuesto por los Estados Unidos por más de medio siglo, el cual causa daños y privaciones al pueblo cubano, es el principal obstáculo para el desarrollo económico de nuestro país, afecta a otras naciones por su alcance extraterritorial y continúa perjudicando los intereses de los ciudadanos y las compañías estadounidenses.

La tasa de mortalidad infantil en Cuba es de 4,3 por mil nacidos vivos, entre las más bajas del mundo; y la esperanza de vida al nacer es de 78 años.

En el 2015 fuimos el primer país en validar la Eliminación de la Transmisión Materno infantil del VIH-SIDA y la sífilis congénita, cuyas metas exigió disponer de servicios de salud sexual y reproductiva con elevada organización y calidad.

En nuestro país no hay analfabetos, y contamos con un sistema de salud universal, accesible y gratuito para toda la población. Tenemos un programa de vacunación que abarca trece enfermedades, con una cobertura del 100% de los niños. Más de dos tercios del  presupuesto del Estado se destinan a elevar los niveles de educación, salud, seguridad y asistencia social, cultura, deporte, y a la investigación científica y técnica, entre otros sectores.

Enfrentamos el reto del envejecimiento poblacional. En pocos años, la edad promedio pasará de 38 a alrededor de 44 años. Casi el 26 % de nuestra población tendrá 60 años y más, con un elevado crecimiento absoluto de los 80 años y más. Se estima que para 2030 en Cuba haya 3,3 millones de personas de 60 años y más. Es por ello que nuestro país ha convertido la atención al adulto mayor en una prioridad, y realiza un trabajo multidisciplinario e intersectorial para garantizar la calidad de vida de este sector de la población.

Como señalado nuestro país ha compartido sus modestos recursos con naciones hermanas, a través de la cooperación internacional. En estas cinco décadas,  325 mil trabajadores de la salud cubanos han asistido a 158 naciones del Sur, incluidos 39 países africanos, en los que laboraron 76 mil colaboradores. También, se formaron en Cuba, gratuitamente,  38 mil médicos, de 121 países, de estos, 3 392  de 45 naciones africanas. Todo ello sin exclusión ni condicionamientos.

Igualmente hemos llevado el Programa de Alfabetización cubano “Yo sí Puedo” a 28 países y de forma gratuita hemos devuelto la vista a más de tres millones de personas en América Latina, el Caribe y África,  a través del programa cubano-venezolano conocido como Operación Milagro.

Sra. Presidenta:

Por nuestra propia experiencia, consideramos que sólo concediendo la debida prioridad al desarrollo social, como centro de nuestras políticas públicas y asumiendo un firme compromiso con la solidaridad y la cooperación genuina entre todos los países, podremos hacer que las metas de desarrollo social de la Agenda 2030, alcancen un contenido real y un impacto positivo y concreto en la vida de millones de seres humanos, para quienes una vida digna y el acceso a servicios y oportunidades básicas sigue siendo una quimera.

Reiteramos que no renunciaremos jamás a la dignidad, a la solidaridad humana y a la justicia social, que son convicciones profundas de nuestra sociedad socialista. Continuaremos compartiendo, en la medida de nuestras posibilidades, el capital humano creado por la Revolución y las mejores experiencias que poseemos.

Muchas gracias.