Señor Presidente:
Cuba se suma a lo expresado por las distinguidas delegaciones de Tailandia y Maldivas, que han intervenido hoy a nombre del Grupo de los 77 y China y la Alianza de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, respectivamente.
Mi delegación también desea agradecer al Secretario General por los informes presentados bajo el tema en discusión.
Señor Presidente,
Nunca antes había sido tan relevante el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo. En un mundo crecientemente interconectado e interdependiente, resulta indispensable contar con un sistema multilateral transparente e inclusivo que permita garantizar que los beneficios de la globalización estén al alcance de todos los Estados miembros de la ONU y todos los seres humanos. La realidad ha sido otra bien distinta. La globalización ha avanzado bajo preceptos neoliberales, agravando las inequidades inherentes al desarrollo capitalista.
La realización del desarrollo sostenible presupone el reconocimiento y respeto a la diversidad de enfoques, visiones, modelos e instrumentos decididos por cada pueblo en el ejercicio de su derecho a la libre determinación, teniendo presente sus particularidades propias. El respeto a la decisión soberana de al determinar su modelo de desarrollo es una condición indispensable para el fortalecimiento y la legitimidad de las Naciones Unidas.
La Agenda de Desarrollo hasta el 2030 y la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiación para el Desarrollo, así como la implementación de los acuerdos internacionalmente adoptados, incluidos los programas de desarrollo regionales, no podrán tener resultados coherentes y tangibles sin la participación de las Naciones Unidas.
Señor Presidente,
Cuba reitera el imperativo de alcanzar un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y la cooperación de todos los Estados, cualesquiera sean sus sistemas económicos y sociales, que permita corregir las desigualdades y reparar las injusticias actuales, eliminar las disparidades crecientes entre los países desarrollados y los países en desarrollo y garantizar a las generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social justo.
Señor Presidente,
El rápido desarrollo de la globalización, facilitado por formidables avances en la ciencia, la tecnología y la innovación, ha sido testigo de la profundización de la brecha de desarrollo que separa al Norte del Sur. La pobreza, el hambre, el analfabetismo, el desempleo y las muertes por enfermedades prevenibles y curables siguen manifestándose como flagelos crónicos.
En el contexto de la aplicación de la Agenda 2030, los países en desarrollo requieren alcanzar la soberanía tecnológica. Debe facilitárseles un acceso adecuado y en condiciones preferenciales a las tecnologías ambientalmente amigables, a tecnologías que permitan atender mejor sus prioridades de desarrollo.
Cuba espera con interés el avance de varias iniciativas que como parte de la Agenda de Desarrollo hasta el 2030 y de la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiación para el Desarrollo, deberían estar destinadas a mejorar la cooperación regional e internacional, Norte-Sur, Sur-Sur y triangular en materia de ciencia, tecnología e innovación, el acceso a ellas y aumentar el intercambio de conocimientos. En esto resultarán instrumentales el Mecanismo de Facilitación de la Tecnología y la puesta en práctica, a más tardar en 2017, del banco de tecnologías y el mecanismo de apoyo a la ciencia, la tecnología y la innovación para los países menos adelantados.
La cultura es un factor importante en la inclusión social y la erradicación de la pobreza. La cultura y el respeto a la diversidad cultural contribuyen de modo significativo al desarrollo sostenible de las comunidades, pueblos y naciones. Las Naciones Unidas deben reforzar las políticas y acciones de todo el Sistema en los ámbitos de la cultura y el desarrollo, aprovechando para ello la Agenda 2030 y el papel de liderazgo que tiene en esta materia la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Señor Presidente,
Se impone superar el injusto y excluyente orden económico internacional vigente. Ello resulta crucial para atender las causas por las que emigran millones de personas cada año, incluso al riesgo de sus vidas, en busca de mejores niveles de vida y mayor bienestar. Cuba aboga como principio vital para el desarrollo, por una migración legal, segura y ordenada.
Cuba promueve una cooperación internacional que garantice el diálogo y la colaboración genuina, reconozca la responsabilidad compartida de todos los Estados en materia migratoria, y respete la soberanía e igualdad de todos los Estados y otros fundamentos de la Carta de las Naciones Unidas, así como la integridad, la dignidad y el bienestar de los migrantes.
La llamada Ley de Ajuste Cubano, concede a los ciudadanos cubanos un trato migratorio preferencial y único en el mundo, al admitir automáticamente en territorio estadounidense a aquellos que llegan de manera irregular, en violación de acuerdos migratorios bilaterales que buscan garantizar una emigración legal, segura y ordenada.
La política de pies secos-pies mojados, garantiza la aplicación del “ajuste cubano” a los migrantes que logran pisar suelo estadounidense, mientras que los interceptados en el mar son devueltos a su país de origen. Con esta política, a la par que se victimiza a los migrantes, que caen en manos de las bandas de traficantes de personas con los riesgos que ello entraña para su seguridad, se crean dificultades a los países de tránsito en la América Latina y el Caribe.
Dicha Ley y su política de aplicación son estímulos al contrabando de personas y la migración irregulardirectamente desde territorio cubano y también desde terceros países, incluyendo ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior. Provocan muertes y discriminan a los migrantes de cualquier otro país.
Señor Presidente,
Persiste un entorno económico y financiero internacional poco propicio para el avance de la labor de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo.
Cuba, por su parte, mantiene su compromiso supremo con la equidad, la justicia social y el desarrollo pleno de todos los pueblos y de cada ser humano. Seguimos convencidos de que las soluciones trascendentales que el mundo necesita requerirá de la conjunción de todas y cada una de nuestras fortalezas en pos del bien común de nuestros pueblos.
Muchas gracias.